Después de mucho tiempo sin jugar a Dark Souls 1 he decidido hace poco jugarlo de nuevo. Escuché sobre las bondades de esta saga hace varios años en Youtube y foros varios. Su famosa dificultad fue un reclamo para mí, y me compré el pack con la trilogía para PS4. Jugué los tres juegos seguidos, y me parecieron muy difíciles en general, de los más difíciles que había visto desde las generaciones de 8 y 16 bits.
Bueno, pues ahora he acabado el primer juego de la saga por segunda vez (desde cero) y... Ya no me parece tan difícil como me pareció la primera vez que lo jugué. Por supuesto no es nada fácil, pero tampoco tan duro de pelar como se ha dicho siempre, en mi opinión.
Para mí los soulslike más difíciles han sido los dos Nioh, en los que tenía que intentan cada jefe chorrocientas veces. Aquí dejo un registro de los intentos que me costaron los jefes en esta ocasión en Dark Souls Remastered:
Demonio del refugio: A la primera. Bastante sencillo.
Demonio salvaje: Unos 5 intentos. Me costó un poco pillarle el truco.
Demonio de Tauro: Al segundo intento. Fácil de matar en cuanto recuerdas que puedes subir a la torre y golpearle en caída.
Demonio de Aries: A la primera. Por supuesto maté a los perros rápidamente en cuanto entré.
Gárgolas campana: Al tercer intento. Los dos primeros me caí del tejado rodando, cosas que pasan...
Dragón boquiabierto: A la primera. Muy imponente, pero corres y golpeas a su alrededor sin marcarle y lo matas fácilmente.
Quelaag, la Bruja del caos: Al segundo intento. El primero me mató la lava del suelo, y es que no puedo andar fijándome en todo.
Mariposa lunar: A la primera. Debo reconocer que al final casi me mata, porque empezó a lanzarme muchos disparos juntos y me dejó sin estus, pero tuve suerte esquivando los últimos.
Sif, el Gran lobo gris: A la primera. La mascota de Artorias me cae bien, pero hemos venido a jugar... Si intentas mantenerte entre sus patas no es muy complicado.
Golem de hierro: A la primera. Es bastante lento.
Gwyndolin, el Sol Oscuro: Unos 10 intentos. Al principio no era capaz de matarlo porque me empeñaba en seguir usando un lento ultraespadón (la Zweihander), y cuando llegaba hasta él, desaparecía antes de poder golpearle. Al final cogí la Claymore, y por fin podía golpearle a tiempo.
Arqueros de Anor Londo (mención especial, no es un jefe pero como si lo fuera): Al tercer intento. En los dos primeros, flechazo de columna y adiós... Luego al llegar al arquero de la derecha lo tiré abajo para salir corriendo a la hoguera con Solaire.
Ornstein y Smough: Unos 15 intentos. Éste es para mí el jefe (jefes) más difícil de Dark Souls 1 con enorme diferencia, sobre todo por el hecho de que son dos contra uno. Cuando por fin conseguí matar al flaco sin interferencias del gordo, usé una columna para mantener al segundo a raya (lo sé, soy un tramposo).
Priscilla, la mestiza: A la primera. No conseguí que se hiciera visible en todo el combate, pero dando ostias al aire acabé matándola igualmente... Git gud, Priscilla.
Seath, el descamado: Al segundo intento. Obviamente no cuento el primer encuentro donde tienes que morir a la fuerza. Recordaba que había que romper una cosa para hacerle vulnerable, así que no fue muy difícil... Excepto cuando me mató con maldición en el primer intento.
Molinete: A la primera. Lo sé, lo raro sería lo contrario. Sin comentarios.
Nito, el rey del cementerio: A la primera. Si no te adentras mucho en el escenario, estáis más o menos solos los dos, sin muchos esqueletos molestando. Es peor el camino para llegar hasta él que el propio Nito.
Los cuatro reyes: A la primera. Pero debo decir que casi me matan... Al final me quedaba solo un poco de vida y ningún estus. Si llega el cuarto rey a darme otra ostia me habría matado, pero a él le quedaba solo un toque también, y fui más rápido golpeando.
Descarga incesante: A la primera. Fácil cuando sabes cómo tratarle.
El sabio del fuego demoníaco: A la primera. Viene a ser como el demonio salvaje, así que...
Demonio ciempiés: A la primera. Al principio lo pasé mal por no acabar de entender sus mecánicas y comerme muchos golpes, pero tuve suerte al final.
Lecho del caos: Unos 10 intentos. Un jefe al que vencerle parece más bien cuestión de suerte. Manotazos aleatorios que te tiran súbitamente al vacío, hasta que en una de ésas se alinean los astros y consigues llegar hasta el maldito bicho.
Gwyn, señor de la ceniza: Al tercer intento. Un combate épico entre dos guerreros con espadones, esquivando y dando sablazos, hasta que consigo hacerlo mejor que él.
- Jefes del DLC:
Guardián del santuario: A la primera. Siempre me pareció fácil este bicho.
Caballero Artorias: Unos 5 intentos. Mi jefe favorito de este juego. Me parece una versión más difícil de Gwyn.
Kalameet, el dragón negro: Unos 10 intentos. Vamos, hasta que conseguí darle espadazos desde los lados y desde atrás hasta la muerte sin que me friera vivo.
Manus, padre del Abismo: A la primera. Me sorprende que a algunos les parezca tan difícil este jefe. Las dos veces que he jugado este juego me lo he pasado al primer intento (seguro que el hecho de haber llegado las dos veces hasta él en nivel 100 o más no tiene nada que ver, claro).
En fin, esto es todo por ahora. Quizá más adelante haga un post similar con Dark Souls 2 (por mucho odio que le tengan algunos a mí personalmente me gusta), y luego con Dark Souls 3. ¿Y a vosotros, os parece muy difícil el primer Dark Souls? Por cierto: Para mí el verdadero jefazo de Dark Souls es:
¡El hecho de que no haya un botón de pause! Seguido de la cámara, claro... Saludos, ashen ones.