¿Todavía no la tienes? ¿y a qué estás esperando? Mira que te quedarás sin una al final. Tú verás, pero solo la emoción de abrir la caja, sacar el mando, el manual, los cables... y finalmente la consola es genial. Y correr a enchufarlo todo rápido, encenderla, seleccionar el idioma, oir el CHIUUUU CHIUUUUU PIM PIM PIM PIM PIM PIM PIM, colocar un juego, ¡y al vicioooo!
A los colegas les dejó flipados tan solo el logotipo del principio y el menú (pedazo de presentación el menu con ese sonido...).
Hale, ya sabes, necesitas una Gamecube.