Aviso: Si alguien piensa que es un tocho que deje de leer, como se queje al respecto le mando una ameba gigante sodomita para que le haga compañía.
No me gusta contar mi vida de esta forma en un foro, pero bah, en estos momentos como si me ataca una carpa, me da lo mismo. Tampoco quería preocupar a algunas de las personas que me conocen por aquí, pero ya me he ganado que me miren mal por guardarme las cosas para mí, así que mejor dejo de hacerlo. Además no veo en qué me va a beneficiar fingir que soy fuerte y hundirme más y más, tengo que aceptar que yo también tengo mis momentos malos.
Por supuesto, esto no me va a impedir dominar el mundo en el futuro
El caso es que desde hace una temporada tenía una época de bajón motivada por a saber qué, pero que no me impedía hacer mi vida normal. Siempre he sido una persona alegre, feliz, la vida me sonríe, tengo una pareja maravillosa, amigos geniales, etc. Dado el historial familiar que arrastro, suponía que sería algo de tipo endógeno y que bueno, mientras no fuese a más, pues bien que estaba. El caso es que de un día para otro, a raíz de una serie de acontecimientos, todo se agravó y me he quedado en un estado en el que tan pronto soy feliz de la vida como pienso que todo es horrible y me vengo abajo. Como no es muy normal estar así sin circunstancias externas (porque realmente los acontecimientos que he mencionado no son la causa de esto) pedí cita para el médico de cabecera, ya que el especialista no me da cita hasta bastante después y quería ver si podían decirme/mandarme algo que me lo hiciese un poco más llevadero, ya que mi estado anímico en esos momentos era deplorable y me estaba afectando ya físicamente también.
A lo que iba... me presento en el médico (la primera vez que iba, ya que no estoy en la ciudad donde resido habitualmente). No había nadie en la consulta, así que me quedo esperando fuera. Al poco veo acercarse a un viejo matusalénico que apenas podía con su alma. "Otro que viene al médico", pensé. Pues no. Era el médico. Pensar que esa momia andante me iba a atender ya me daba un poco de mal rollo, pero bueno, decidí tener un poco de esperanza, igual tenía la cabeza en su sitio. Ja.
Me hace pasar, le cuento un poco como me siento y empieza a hablarme de cosas que no tienen nada que ver con lo que le estoy contando. Primera señal de alarma.
Le comento acerca de las náuseas que tengo últimamente, mareos y otras cosas varias. Se me queda mirando y me dice:
-Eso es de las gafas.
Yo me quedo en plan "ehmmmm... llevo años con gafas y mi graduación está perfecta, qué me estás contando". Por supuesto, que a veces me apetezca que el mundo salga volando en pedazos tendrá que ver con las gafas también. Seguramente una mala elección de colores. O la montura al aire, si es que quién me mandaría decantarme por montura al aire, eso me robó varios puntos de cordura, fijo.
El caso es que me dice que me va a tomar la tensión (cosa que ya me tomo frecuentemente y está perfecta, pero bueno). Saca una máquina antediluviana del terror que tarda como 15 minutos en colocar (que si se le enreda el cable, que si me lo ha puesto al reveés, un show) y al final me dice lo que ya sabía, que mi tensión está bien.
Empieza a preguntarme cosas de mi vida. Yo le cuento, aunque llevo toda mi vida psiconalizándome, y viendo los casos de mi familia, sé que esto no es debido a nada que me haya pasado (influenciado quizás, pero tengo un problemilla que es el que me quiero tratar y que este tío ignoraba por más que le decía). Le empiezo a contar, que realmente estoy bien, con mi novio genial, que ahora es un poco más chungo porque no nos vemos, pero que todos los años nos separamos en agosto, que ya son muchos años así y nunca me ha afectado... para qué dije nada.
-Es que tendrías que poner las cartas sobre la mesa -me dice.
-¿Cómo? -pregunto yo sin entender nada.
-Pues que tendrás que casarte ya, ¿no?
-O_o
-Sí, porque eso no puede ser, porque además, ¿tú qué edad tienes?
-Ehmmm... 25...
-Pues ahora eres joven, pero de aquí a pocos años ya verás, con las arrugas y todas esas cosas, que la juventud no dura para siempre.
Ah, bien, gracias por recordármelo, seguro que pensar en lo efímero de mi vida me ayuda mucho a seguir adelante.
-Porque además, tendrás que ir pensando en los niños...
Ah, no, por ahí si que no paso. Los niños son el terror, y yo he venido aquí a que me ayuden, no a que me amarguen todavía más.
Le intento explicar que no, que no me pasa nada de eso, que yo estoy muy bien con mi vida, que acabo de terminar mis estudios, que cuando él termine tenemos planes de futuro y que en ese aspecto todo muy bien. Que quizás debería derivarme al especialista, que yo no veo que esto sea porque me haya pasado nada que tenga que lamentar.
-Pues eso, que además, tú las labores de la casa, las haces con satisfacción, ¿no?
-Ehmmm...
-Sí, para que cuando venga tu novio tengas las camas hechas y todo eso.
Qué me estás contando. Así que para recuperar mi felicidad tengo que retroceder varias décadas en el tiempo, ¿no? Ya veo...
-Además -prosigue- vivimos en un mundo bastante malo, pones la tele y todo asesinatos, y desgracias y cosas así.
-Ehhh... sí.
-Pero hay que salir adelante.
-Ya lo sé (aquí empiezo a pensar si me toma por idiota, bueno, lo pensé mucho tiempo antes. De hecho debo serlo por no haber dado media vuelta en cuanto vi el panorama)
-Porque además, piensa en tus padres. Mira a tu madre aquí, el disgusto que le estarás dando estando así. Preocupándola innecesariamente.
Ah, la útil táctica de animar a la gente haciendo que se sientan culpables por estar así. Al menos no intentó hacerme sentir culpable por el hambre en el mundo o la existencia de las canciones del verano. Esto último habría minado mi moral (y la de cualquiera).
A estas alturas yo contestaba con monsílabos mientras esperaba el momento de escapar de aquel fósil demente, ya que estaba claro que como médico no me iba a ayudar en nada. Hasta que me dice...
-Podría mandarte unas pastillas que harían que te sintieses mejor y te levantases con más ánimo por la mañana.
Uo. Pues no estaría mal, no. A mi madre le mandaron cuando estuvo mal una época y le fueron fenomenal y se le pasó muy pronto.
-Pero luego si no las tomas, estarás mal otra vez. Además, que de esto tienes que salir por tus propios medios.
Si pudiera salir por mis propios medios no estaría en la consulta de un médico. Además, ¿qué tipo de explicación es esa? Es como si digo "oh, podría mandarte estas pastillas para acabar con tu dolor de cabeza, pero es que si no te las tomas te puede doler de nuevo, así que te jodes con el dolor". Muy lógico, sí. Además de mostrar nula confianza en que yo pueda salir de esto en breve sin necesidad de tomar nada.
-Tú lo que tienes es que hacer un viaje -añadió.
-...
-Sí, por lo menos de una semana. Vete con amigas, que ya sabes que algunas son muy malas y puede que no te aconsejen bien, pero así hablas de compras y trapitos y te entretienes.
Si yo tuviese amigas que me hablasen de compras y trapitos, probablemente las habría mandado directas a las fauces de algún ser abominable.
-Mire -expliqué- yo le quería comentar también que estoy tomando [inserte nombre de medicamento aquí] que puede provocar un estado anímico bajo y/o depresiones y que lo consulte con un médico si me siento mal...
-Esto es como un chiste que me contaron una vez -interrumpe-. Sobre un funeral.
-O_o
-Sí porque [inserte chiste ininteligible aquí]
-Ahmm...
-Si tu novio dice que por trabajo o algo se va dos meses fuera, ¿qué le dirías?
-Pues no sé.
-Es que ahí es donde se ve el interés.
-Que yo estamos muy bien los dos, está muy interesado en mí, no sé a que viene...
-Si no se quiere casar, deberías dejarlo.
-O_O
-Sí, porque es que se te van pasando los años... y no creas que te queda tanto...
Surrealista.
Total, que corto la conversación como puedo y me largo con mi madre de allí. Nuestra cara al salir era un poema.
Vamos, que me paso para ver si podía ser debido a algo de lo que estoy tomando o si podrían mandar algo o necesito ir al especialista, y me dicen que se me acaba la juventud y que me case de una vez para solucionar mis problemas. Ah, y que haga las tareas de la casa y me vaya a hacer un viaje con amigas para (cito textualmente) "hablar de cosas poco importantes de las que hablan las chicas pero que te entretendrán".
En fin, menos mal que me tomo las cosas con humor, pero manda huevos ir al médico porque te encuentras metido en un agujero del que te cuesta salir y encontrarte con eso.
A ver si alguien tiene alguna historia parecida o voy a empezar a pensar que de verdad me topo con toda la gente rara del universo, qué habré hecho yo para merecer esto
![partiéndose XD](/images/smilies/biggrin.gif)
PD: Bueno, a los eolianos (sobre todo jabberianos) con los que tengo un poco más de trato. No hay nada de lo que preocuparse, en nada estaré perfectamente, solo tengo que averiguar qué me pasa. Que no es tan fácil hundirme