Buenas y cabreadas tardes
Al grano. Tras mi vuelta a España, el día 20,
como podéis ver en la captura de pantalla de mi correo electrónico, me di de alta en
Amena, ya que tenían el
Nokia Lumia 625 a un buen precio, y la tarifa no estaba mal. Desde el primer momento quise ligar mi portabilidad a la adquisición de ese terminal, pero por lo visto no se podía. 3 días tenía que esperar. Eso es lo que dijo el caballero que me atendió, y eso es lo que podéis leer en el correo que me enviaron. No dice 3 días laborales. Dice 72 horas. 72. De acuerdo pues, espero 72horas. Una vez que pasa el plazo, llamo, y me dicen que ooops, había un fin de semana de por medio. Nadie especificó que eran laborales, pero bueno, espero. En ese momento empiezo a temer por el stock de mi teléfono, pero en fin.
Pues no, no fueron 72h, sino 135,3h. Y debido a esa lentitud, comprensible o no, el stock se ha acabado. Hasta ahí, demuestra su poca seriedad en dos puntos:
- La redacción del correo, y la persona con la que hablo, no dicen que son días laborables
- Su lentitud. Vale que son navidades, pero coño, ¿casi el doble?
Pero bueno, todo en su vida tiene solución, no creo que sea tan dificil para
AMENA, que forma parte de
ORANGE, una de las compañías de telecomunicaciones más grandes de Europa, o conseguirme un Nokia Lumia 625 o algo similar al mismo precio. Pero no. Pasan de mi en su servicio de atención a clientes, y
me dicen que espere y revise la página web. Como si no tuviese otra cosa que hacer. Como si no fuese su culpa, sino un azar del destino. ¡Carajo señores, que son ustedes los que tardaron 5 días, 12 horas y 22 minutos!. ¡Solucionenlo!.