Durante 1992 jugando a Super Mario Bros 3 en un bar (sería una N.E.S configurada con un temporizador) conocí a un chico de mi misma edad que, viendo lo mal jugador que era, me propuso ir a su casa donde 'tenía el mismo juego pero en la TV de su cuarto', para enseñarme a jugar y un montón de trucos como los silbatos o agacharnos para pasar al fondo del escenario, en efecto aprendí muchísimo durante los dos meses que estuve yendo, ¿os llegó a pasar algo parecido en la niñez o adolescencia?