Este escrito es una reflexión y una crítica acerca del mundillo de los videojuegos desde el punto de vista de una usuaria, contando hechos personales y compartiendo ideas que deseo externalizar, para hacer reflexionar al mismo tiempo que entretener. Al menos esa es mi intención, y aquí empieza:
Comencé mi andadura en el mundo de las consolas en el año 2000 o 2001, hastiada del constante bricolaje lógico del PC. Su rápida obsolescencia en cuestión de hardware tampoco ayudaba mucho. Los juegos (sobre todo los simuladores de vuelo y similares) requerían actualizar componentes demasiado frecuentemente para obtener una experiencia de juego confortable, teniendo el PC que proporcionar fuerza bruta para software sacado al mercado sin optimizar, cumpliendo estrategias de marketing más que otra cosa.
Esta entrada fué propiciada, de manera casi accidental, por comprar una consola que por estar comercialmente moribunda tenía un precio irresistible: la Dreamcast. Aquel juguete, de juegos informales y poco sesudos (comparados con mis simuladores de todo tipo de vehículos) fué un capricho y un escape en una época muy jodida de mi vida, en la que el anterior escape (el PC) ya me saturaba y no me hacía fluir.
Aquella caja blanca, brillante, con el logotipo en azul metalizado, conseguida a un precio de risa, fué un regalo del cielo. Un rayo de luz en medio del paisaje lóbrego que era (o que yo sentía que era) mi vida en aquel momento. Un tiempo en el que se fraguarían muchos de los cambios que vendrían más tarde. Pero volvamos al juguete: al abrir la caja descubrías una máquina de color blanco -muy atractiva- y un mando con diseño que parecía alienígena. El mando se conectaba a la consola mediante un cable de color gris azulado (¡oooh, un color que no es negro otra vez...!) y tenía botones de colorines. Para rematar el conjunto, había un adimento que era la Visual Memory Card, que guardaba las partidas, y a diferencia del disco duro del PC, era extraíble y de pequeño tamaño; y no solo eso: tenía una pequeña pantalla ¡y cruceta y botones para minijuegos!. Aquello era prometedor. Siguiendo con el nuevo ecosistema, venían los juegos. Ya no había cajas de cartón impreso hacía tiempo, ahora se llevaba la caja-estuche de CD; sin embargo en Dreamcast la caja era de policarbonato trasparente con bordes redondeados, y se abría por delante y por detrás: en un lado venía el disco y en otro el manual. El soporte central para ambas portillas estaba hecho de plástico duro azul. Todo ello hacia que las cajas de juegos de Dreamcast fueran visualmente muy atractivas, a distancia de las de Playstation y a años luz de las cutres cajas-estuche de CDs usadas en PC. ¡Menudo panorama! me atraía mucho más ese concepto de "juguete sofisticado", que el de "ordenador que uso para jugar" del PC. Ya había configurado demasiados sistemas operativos, diseñado lo que quería en el 3DStudio, y jugado con ratón y teclado. Hora de evolucionar!. Esta era mi primera consola de sobremesa.
El catálogo de Dreamcast tenía de todo pero había piezas geniales. Soul Calibur me provocó el efecto wow!: ¡qué juego, qué gráficos, qué animaciones, qué de contenido, wowwwwww!. Luego vino Metrópolis Street Racer, que me había llamado la atención en la tienda, y demostró ser un juego de coches enviciante; Ferrari 355 Challenge era y es una obra maestra en cuanto a control y jugabilidad si no te rindes ante su dura curva de dificultad. Rayman 2, colorido y fluido…Berserk (un pequeño DMC)…PowerStone para melées multijugador...una maravilla.
Yo venía de trabajar y me ponía a jugar con la Dreamcast. Meter el disco, jugar. Punto. Horas de diversión.
La consola murió y Sega dejó de fabricar hardware. Una pena, aunque no olvido que eso mismo fué lo que propició que el precio fuera tan bajo que mi rígida mentalidad me "dejara" dar una oportunidad a aquel pack.
Playstation un tiempo antes había tomado el mercado por asalto con sus juegos "maduros", su doble joystick y la piratería (que en Dreamcast había aparecido de una manera tán facil, que jugó en su contra). La convivencia era pacífica, más allá de la guerra de consolas típica. Pero venían cambios. Playstation 2, Xbox, y la internet rápida y barata. Una mezcla explosiva. Playstation 2 se anunció a bombo y platillo, y prometió gráficos nunca vistos y una potencia excepcional. Incluso en los telediarios se vió una secuencia de un baile en un salón, realizada en unas 3D sublimes, que se presentó como generada en tiempo real, aunque después se sabría que era una cinemática prerrenderizada. La primera de muchas mentiras. Pero hay más: apareció la noticia de que ¡"un cargamento de Playstation 2 había desaparecido, y se sospechaba que había sido robado para utilizar sus chips en misiles en Oriente Medio"! Vaya con el marketing. Además de eso la PS2 servía como reproductor asequible del incipiente formato DVD, por lo que era un producto fabuloso. Conquistó el mercado. Y entonces, al poco, se anunció Xbox: la consola más potente del mundo; con un disco duro incorporado y capacidades online aumentadas. La consola parecía una sucesora de la Dreamcast, por el enorme mando que incorporaba. Microsoft había trabajado con Sega dándole un sistema operativo (Windows CE) para su última consola, y repitiendo la jugada de Sony con Nintendo (que es otra historia) decidió lanzarse al mercado del hardware de las consolas de videojuegos. Al parecer Microsoft veía con preocupación la cuota de software y hardware que abarcaba Sony, quitando jugadores y dinero al negocio del PC doméstico, y decidió hacer incursión y jugar en el mismo terreno. El "proyecto Midway" (aludiendo a la batalla de la Segunda Guerra Mundial que cambió el curso de la guerra en el Pacífico a favor de los estadounidenses) creó la DirectX Box, que acabó siendo la Xbox que conocemos.
Todo un lanzamiento, basado en la potencia y la calidad de la máquina. En mi opinión personal la consola acabó siendo decepcionante, pero tuvo sus puntos buenos, y fué claramente superior a la competencia en algunas cosas. Ya desde el principio estuvo estigmatizada por ser de Microsoft, y fué tratada muy injustamente por muchas personas y medios, que dejaron la objetividad olvidada en algún lejano lugar. Con los foros de videojuegos y las revistas electrónicas en una internet al alcance de todos, empezaba la tormenta.
No importó lo bueno que se hizo, lo bien que se trató a los clientes, los juegos brillantes, el remodelado del mando: el oleaje siempre estuvo en contra. La prensa escrita especializada era siempre parcial a favor de la todopoderosa PS2, y la sociedad (y sobre todo la gente que no sabía de videojuegos) también estaba inclinada a pensar que la PS2 era, simplemente, "mejor". Nadie tiene por qué saber de videojuegos para disfrutarlos, no se necesita carnet para entrar en este club, si es que somos un club, pero en esta época se empezó a opinar de forma furibunda (por gente que no tenía ni idea ni de la competencia ni del mundillo) que la mejor consola de videojuegos era la "plei". Y así, la “plei” dominaba por arte de magia todos los géneros, áreas y conceptos imaginables del mundo de los videojuegos. Sin tener muchísima gente opinante ni idea ni ganas de tenerla, de lo que existía mas allá. Y si ese pecado venial molestaba, ya no veas cuando acudías al kiosco a comprar una revista para leer algo de tu tema favorito, y de las grandes - o medianas- gestas de tu consola favorita no aparecía nunca nada, o peor, aparecían noticias que pretendían aparentar ser imparciales pero que metían pullitas por en medio a todo aquello no relacionado con Sony. Eso sí, cualquier super chorrada relacionada con la "plei" se magnificaba y era documentada con amplitud. Rigor no había tampoco, te decían cosas bonitas que rellenaran espacio y punto. Prácticamente todos los juegos multiplataforma se programaban para PS2, y después de portaban a Xbox y Gamecube. Y como se hacía rápido y sin mucho esmero, teníamos a las 2 consolas más capaces tecnológicamente, recibiendo ports directos hechos para el mínimo común denominador de aquella generación consolera. Pero luego la versión mejor valorada, de hecho muchas veces la única que se tenía en cuenta, era la versión PS2, la peor de todas, la que más tardaba en cargar, la de los dientes de sierra, la del sombreado más simple, y a veces ni siquiera se sabía salvo que te metieras a investigar, que tu consola también tenía ese juego, porque sólo se hablaba de la PS2. Y así, un tema trivial en tu vida, te iba cabreando porque mirases donde mirases veías un doble rasero del tamaño de un petrolero.
Muchos veían la paja en el ojo ajeno pero la viga de puente de autopista en el propio les pasaba desapercibida y bien agusto que estaban en aquel clima de “victoria”. Les estaban manipulando, engañando, manejándoles con los hilos del marketing y de las modas para conseguir su dinero y la promoción del boca a boca, pero ellos y ellas estaban tranquilos en su particular conjura de los necios. Quizás me lo hubiera pasado mejor si no hubiese devuelto aquella PS2 que compré de segunda mano, pero da igual, soy un ser humano y tengo criterio propio, soy una persona, no una portadora de cartera para pagar; no estoy aquí para que me manipulen, para acoplarme a su doble rasero. Y es que daba igual lo que enseñaras, intentando compartir; daba igual la complejidad poligonal, las texturas suaves, la jugabilidad, la belleza, el talento, la calidad, daba igual todo si no venía de la “plei”. Lo bueno es que por mi parte, y como yo much@s, nos pasamos su doble rasero por el Arco del Triunfo y disfrutamos todo lo que pudimos, aunque en proporción no se hablara de ello ni se leyera en la prensa "especializada".
¿Prensa?¿especializada? juas que chiste, que les pongan un kiosco y un tenderete a esos mercaderes. Se admiraron muchas cosas medriocres en aquel entonces. Los juegos lo primero, y el hardware endeble, simplemente aparentón de la PS2, también. Me acuerdo especialmente del Metal Gear Solid 2 como caso ejemplar de baboseo extremo que nos quisieron pasar por los morros a los que no teníamos PS2. Cansinos hasta la extenuación, ridículos, tomados en su espíritu, plastas como borrachos, robots comprados/programados por una multinacional para no desarrollar ingenio ni criterio propio, idiotizados pero con energías para agotar toda la puñetera paciencia del resto de la humanidad, prensa y fans del puto juego nos dieron una turrrrrrrrra interminable siempre que hubo ocasión. En Hobbyconsolas, la revista más conocida del sector, sólo les faltó hacerse una réplica a tamaño real de Snake con una buena polla para chupársela hasta la tráquea todos los días en ceremonioso ritual. El juego estuvo todo el puñetero tiempo en lo más alto y no se le hizo un museo de milagro. ¿Esto que he puesto es ofensivo?¿soy muy mala?. No amigos, esto sí que es ofensivo:
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La mentira del Metal Gear Solid 2 en hobbyconsolas:
https://www.youtube.com/watch?v=1aBFzFfwFNU&t**
No tan alabado fué el Final Fantasy X, que aparte de sus preciosas cinemáticas resultó ser un truño como el juego anterior. Sí, he dicho truño, he llamado truño al Metal Gear Solid 2. Un truño. Un truño. Pretencioso y aburriiiiiiiiido, y pesadísimo, cinemática tras cinemática. Vaya coñazo, aunque a parsecs de sus fans y de la prensa con su ofuscación. Eran 2 juegos que me aburrían sobremanera. Aquellas 2 joyas de la corona de la prensa especializada para mí eran 2 tostones. Oh, una disidente, a por ella.
Una se cansa de hacer la prima y de dar oportunidades, así que dejé la prensa a un lado, y un tiempo después hasta los videojuegos, afición que he retomado más tarde, pudiendo ver que la cosa sigue parecida, pero peor, cosa preocupante. Las críticas burlonas, los piques entre fans, algo o muy canallas pero ingeniosos y en el fondo bromas, se han tornado absurdos insultos y verdades inmutables basadas en el famoso doble rasero. Dogmas indiscutibles en cosas que son gustos personales, e incluso amenazas de muerte por criticar a un juego ¿pero qué narices pasa aquí?¿estamos en un parvulario?.
Todo este juego mediático y propagandístico tiene poca importancia para mí, y si es un problema es un problema que tienen que arreglar otros, pero me acuerdo de aquellos otros tiempos, y pienso en lo que se hace a l@s aficionad@s más jóvenes e influenciables, y no me gusta. No me gusta. Así que ver a un youtuber haciendo el tonto y despotricando contra el doble rasero de la “plei”, es como un ungüento que cura una vieja herida. Alguien dice, a mucha gente a la vez, y de una manera absolutamente libre y deshinibida, toda la mierda de la manipulación mediática en este campo de los videojuegos. No lo dice simplemente (cosa que ya tiene mucho valor): echa en cara a la prensa de una vez por todas todas sus malas artes, su basura. Hablo de Sasel. Sasel puede ser muy maleducado, grotesco, exagerado, pero lo necesitábamos. Necesitabamos esa sacudida. En este ambiente no llega con Jinogamer, más elegante y serio, no. No sé a cuanta gente convence o no Sasel, pero más allá de eso le escupe a esa prensa mentirosa y rastrera, les dice "sabemos lo que haceis". Y también a los fans más acérrimos, pues les devuelve con gracia sus chorradas. Todos hemos caído o caeremos en el error del Doble Rasero, un defecto mundial, pero tendremos suerte si alguien nos hace darnos cuenta de donde estamos cayendo. Tengo un amigo que juega con la PS4, aunque le gusta más el PC, que dice que Sasel pierde la razón con sus formas. Yo también lo creo, pero sólo en ocasiones. Sasel es un payaso (en el mejor sentido) que le devuelve a las compañías y a los fans, con ironía y con sarcasmo, todas sus bobadas. Como el bufón de la Corte, que es el único que puede decirle las verdades al Rey. No estoy de acuerdo con él en todo, y alguna vez por como opino creo que me ha metido en el saco de los "gilipollas de los cojones" (o algo así) pero me da igual: es una persona que no conozco personalmente, y aunque le he cogido cariño, sólo puede ofenderme un poquito. Su potencia (nunca mejor dicho) enfrenta la prepotencia de esos fans con poca vista (los famosos "pseudo sonyers piperos") y sobre todo la de esos medios que nos llaman "chavales" cuando mostramos desagrado ante sus gilipolleces y su falta de respeto. Mirad, esto también, sí es ofensivo:
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El Sr. Redactor Jefe de Hobbyconsolas, Don David Martínez, invitado por Microsoft a la Xbox FanFest 2015:
https://www.youtube.com/watch?v=1aBFzFfwFNU&tPor si no se ve, explico que aquí esta persona regala en un festival de Xbox España (y recordemos qué cargo tiene y de qué empresa viene) unos puñeteros auriculares para PS4.
- Aprovecho para aclararte, David, que con esos principios no eres Kendoka (o como se llame aquí y ahora). Sin honor y rectitud sólo manejas un palo, tu camino es más fácil y tu gloria vana, y no pertenece a las artes marciales. Al menos, que lo sepas. Y con todo mi amor a la cultura japonesa, lo que esta bien esta bien y lo que esta mal, esta mal.
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Si la prensa fuera realmente buena, no necesitaría estar integrada en un grupo matriz que cotiza en bolsa y que no le basta con ir bien sino que continuamente tiene que tener mejores resultados para sus accionistas hasta el infinito. Ni tampoco tendría miedo de la falta de publicidad. Quizás si fuera realmente buena, saldría adelante por sí misma, y aunque no llegara a ser una gran empresa o ganar muchísimo dinero, diría lo que opina, y se libraría de los cebotitulares y de las presiones. Ojo, quizás, si fuera realmente buena, hasta el mango de la sartén cambiaría de mano. Aunque para eso necesitaría que los usuarios les apoyáramos, teniendo criterio y no dejando ni que nos manipulen ni que nos compren.
Ahora mismo, estoy feliz con mi Switch, sintiendo una mezcla de lo que sentí con la Game Boy y con la Dreamcast. Es una máquina maravillosa, llena de posibilidades. Y de nuevo, me he pasado por el Arco del Triunfo las manipulaciones mediáticas, y estoy disfrutando. Sed felices.