La vida se escurre de tus manos, como los versos por los dedos del poeta...
De esquinas, donde esperar y ser esperado, a las bragas para esconder la vergüenza debajo de las mesas de café.
Fidias presenta, tercer poemario.
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Gritar no me dice nada,
no me presenta tu llanto,
no me acerca tus palabras...
Te abro los brazos
como un libro, paso
el trapo por la mesa,
si quieres,
solo si quieres,
te sirvo un café que acompañe
tu momento...
Pero gritar,
no me dice nada.
Sí lo hace, por ejemplo,
ese breve beso
en tu saludo.
Sí me presenta tu llanto
cuando cierras las
palabras con un suspiro...
Si aún así quieres
gritar, y quieres
que pase el trapo,
y que te abra los brazos,
y me cierras las palabras
y me alargas el saludo
y no me dices nada
con el grito...
aún así, si quieres,
te sirvo un café
que acompañe mi silencio...