Traigo novedades, y como sé que sois unos marujos y os encantan estas cosas, os las cuento.
Os acordáis de Eufrasia? , bueno, aquello no cuajó. En cambio, Ataulfa, después de decidir que no había química, bueno, pues acordamos vernos otra vez, para confirmarlo.
Y sí que había química. Una vez quitada la presión y el nerviosismo de la primera cita (en mi caso, literalmente primera cita de mi vida), en la segunda cita nos encontramos más comodos el uno con el otro. Caricias, miradas llenas de significado, conversación que fluye perfectamente.. En la tercera cita, al día siguiente, igual pero mejor, ya cayó el primer beso.
Y ayer fue la cuarta. Quedamos en su casa para comer, y al final comer es lo que menos hicimos. En un cuarto de hora ya nos estábamos sobando en el sofá, y cinco minutos después en la cama, follando como conejos hasta arriba de MDMA. Y así nos tiramos toda la tarde. Y en mitad del calentón, me da por susurrarle al oído "te quiero".
No sé realmente por qué lo hice, pero me salió. Y ahora ella está rayada, dice que no sabe si podría llegar a quererme, aunque le guste. Y que de momento quedemos como follamigos.
Como ya había dicho, hace 48 horas era prácticamente virgen. Y de pronto me encuentro en esta situación. Por un lado, es un subidón de moral saber que puedo satisfacer a una mujer. Por otro, pues igual quiero ser algo más que un alivio físico. No sé que pensar, no sé si es un éxito o un fracaso, no sé si realmente la quiero o si solo me pone físicamente, no sé nada...