Tengo morriña de algunos dias de verano ke pasé de pequeño con mis padres en Galicia, su tierra natal, de como miraba por la ventana de la casa de mi abuelo en pleno agosto y veía los rayos de sol caer entre las hojas de los árboles y acariciarme la cara con su toque tan calentito. Tengo morriña de amigos que tengo muy lejos, y me acuerdo de ellos amenudo, viendo sus fotos y rememorando aquellas juergas, aquellas confesiones o aquellas vivencias que tuvimos. Hasta hace poco tenía morriña de estar enparejado otra vez, y ahora como lo estoy de nuevo, pues perdí esa morriña. Tengo morriña de amigos que se volvieron gilipollas o me desmostraron que no eran nada más que convenidos, morriña de los wenos ratos que pasamos y pensar que ya no podemos estar igual. Tengo morriña de mi prima que murió de un tumor cerebral cuando tenía 30 años, de lo buena que era y de cuando me cogía al caballito para jugar conmigo cuando era yo un niño pequeño. Tengo morriña de mis abuelos, los que vivian conmigo, de como los quería y como me querian ellos a mi. También de mi abuela materna, que flipaba conmigo porque era su único nieto. Tengo morriña de mi amigo Xavi, el que está en Granada, que para mi era como mi hermano y ahora cambió su vida y está muy lejos, viviendo un montón de cosas nuevas. Tengo morriña de la ilusión que tenía cuando era pequeño por ver que me iban a regalar en mis cumpleaños, o en navidad. Tengo morriña de aquellas tardes que me pasaba jugando a Masters del Universo, GiJoe y cosas así. Tengo morriña de las tardas que me pasé a las 6 viendo Barrio Sésamo mientras me merendaba una rodaja de pan con Nocilla y un vaso de leche caliente. Tengo morriña de aquellos dias de escuela, en los que nada más que uno quería ser mayor para poder vivir sin limitaciones (y al final se da cuenta uno, que está más limitado y desprotegido y querría volver a ser aquel niño). Tengo morriña de aquella ilusión que tenía antes por cada día, que algunas veces en mi pasado reciente perdí y por poco me lleva a cometer alguna locura. Tengo morriña del primer día de trabajo, cuando estaba nervioso y trataba a todos los clientes de "usted".
En fin, que la vida siempre nos sorprende, y mañana tendremos morriña de ayer, y sino al día siguiente, dadle tiempo al tiempo, porque incluso durante nuestras equivocaciones en la vida, gazapos y meteduras de pata, en definitiva es nuestra vida y las penas y problemas desde la lejania parecen menos y siempre habrá algo que nos hará añorar ese pasado, como un abrazo, un beso, que te mecieran en los brazos de tu padre, jugar con tus hermanos, ver un programa de televisión... eso es nuestra vida, y debemos de dar gracias por tener esta oportunidad de vivirla y que demonios!, a mi me gusta tener morriña, tanto por lo pasado como por la gente que ha pasado por mi vida, eso me hace sentir que todavía dentro de mi corazón tienen un sitio grande... tantos amigos, tantos familiares, tanta gente, tantas cosas...