8:00 AM, suena el despertador, alberto mira alicaido y extenuado entre las sabanas la ventana, alberto tiene tan solo 19 años y no le gusta el día a día, no se siente feliz con su vida rutinaria de ciborg colegial, simplemente no le interesa las explicaciones matemáticas de su profesor Don Pedro ni del resto del claustro.
Alberto se levanta con esencia depresiva y turbado ante una vida mortecina de monotonía. LLega la tarde y alberto regresa a su nido, su hogar, su mundo de alucinaciones transgesoras y miles de suministros de endorfinas flotantes recorren su tenue cuarto.
Una luz de un monitor se enciende, se abre un lector de dvd, y alberto se encuentra pleno de felicidad, se siente lleno, con ganas de comerse el mundo, se siente el poeta criminal digital capaz de controlar el mundo de orcos y asi apartar de su mente su mundo de fantasmas.
Esto no deja de ser una historia inventada por mi esquizofrenico cerebro neuronal, pero son historias reales.
Amigos foreros de EOL, este post es un trato intimista, profundo y valiente para que expresemos que han significado hasta hoy, los videojuegos en nuestras vidas.
Mucha gente lo usa como un mero pasatiempo, pero muchos, quizas demasiados, sabemos que es algo de mayor importancia
Para otros ha sido un lugar, un escondrijo, recóndito e íntimo, y en otros casos ha sido una necesidad vivida desde el nirvana, por que para muchos, los videojuegos son ARTE, no un pastiempo de disparar y a otra cosa, nos gusta saberear, su estilo, su prosa visual, su bso, su historia, su belleza de sombras y atardeceres donde nos movemos.
Una ex de hace 4 años, la dije una tarde, que sepas que lo que he sentido con Vampire the mascarade, soldier of fortune, Half life ect...no lo he sentido en algunas relacciones sexuales. Casi cortamos por aquel simple comentario.
Algunas personas vivimos el nirvana, yo lo he vivido con el sexo, pero de igual modo con ciertos videojuegos. Hagamos un debate y contemos si los juegos fueron o son una parte fundamental en nuestra vida y cual es el motivo, profundizemos en este arte.