definicion de fricky!!!

nas:
alguien puede definir la palabra fricky que un colega de este foro no pare de decirla: ese es Scrach!!!!

bueno agur
pues... yo creo k la definicion de friki es subjetiva, pq por ejemplo yo soy heavy y la gente d mi alrededor me ve como un bicho raro, igual k mi aficion por el rol (me dicen k estoy loko por jugar a eso...)

bueno espero haberte ayudado.

agur (yogur)
hasta luego (huevo) :Ð :Ð
Friki = straño... en manganime hbia un post con una definicion mas extensa, exa por mi xDD
friki que palabra
el frikismo es un estilo de vida, un friki es aquel que se ceba de manera bestial con algo y toda su existencia gira alrededor de ese algo ser friki no es malo, eso si la gente te mira como a un bicho raro pero se han visto ellos?, nosotros los frikis, no molestamos, y por norma general somos gente cojonuda :D


BE A FREAK
Esta definicion la lei hace tiempo en una pagina ,que curiosamente se llama mundofreak,y esta bastante curiosa .Hay va :
Ser un freak puede ser muchas cosas, y utilizarla implica que algunos incautos no te entiendan al hablar, como esa tierna ancianita que te roba espacio vital en el ascensor. Si la pronuncias algunos iluminados te pueden llamar snob, no sin cierta razón, o alguna otra palabra que suena aún peor. Los hay que odian los anglicismos, pero nadie sabe a ciencia cierta como explicar al personal qué quiere decir freak. En esta paja mental escrita no pretendemos despejar incógnitas, simplemente vamos a hurgar en la herida defendiendo, como Buñuel, palabras sin sentido que cobran su sentido por su falta de sentido.

Freaks los hay de variados tamaños y colores, con olor a fresas o a mantequilla, clitorianos o vaginales. Los hay de varias clases y, según su característica más agudizada, podemos clasificarlos en varias especies, a cual más absurda. Tenemos los retrofreaks, los oligofreaks, los caspafreaks, los frikinfames, los frikis a secas, los siko-frikos, los pedazo de freak, los mega-freaks, los infrafreaks, los superfreaks, los pseudofreaks, los peta-freaks, y los freaks al cubo. La lista de adjetivos que enriquecen nuestro vocabulario puede ser interminable, con lo cual en esta inservible búsqueda de respuestas estamos obligados a definir algunos freaks cercanos. Por supuesto, nos olvidamos muchos en el tintero, pero... ¿quién coño no es un freak? ¿Alguien se atreve a tirar la primera piedra? Vayamos por partes.

-El freak de los tebeos. Es aficionado a guardar sus cómics en bolsitas de plástico, como si fueran embutido. Cualquier huella dactilar apreciable en la portada de su ultima compra puede significar una auténtica masacre a base de improperios. Suele llevar el pelo grasiento y ama a la Patrulla X sobre todas las cosas, hasta que se echa novia y descubre el sexo. Muy peligrosos.

-El freak amante del gore. Se siente un incomprendido por preferir una buena disección en pantalla grande antes que cualquier hembra o varón despelotándose. Si tropieza en la calle una ancianita con la cesta de la compra, espera a torcer la esquina para partirse de risa. Cosas del humor negro, dicen. Visten con camisetas de películas de culto o grupos heavy y, para qué engañarnos, si pudieran llevarían una machete como llavero, aunque sea para aparentar.

-Los freaks de Tod Browning (¡los de la película!). Son los de verdad, los que salen en la tele, pero al lado de ellos... ¿nos es más freak María Teresa Campos?

-Los freaks presentadores de televisión. Se lleva la palma en este apartado Lerdicia Sawater, azote del público infantil en la franja matutina. Sus movimientos de pelvis, cual gallina Caponata sin disfraz, encandila a los púberes, que se entregan al onanismo desatado en cuanto llegan los anuncios.

-Los freaks coleccionistas de discos. Compran todo, a poder ser barato, incluso ese insoportable single de Raphael que no gustaba ni a sus padres. No escuchan nunca los discos que compran, solo los acarician alcanzando un orgasmo que ni ellos mismos saben explicar. Su terrible cruz es limpiar el polvo a tanto vinilo, que echa raíces en los armarios, y los no emancipados son capaces de expulsar de casa a sus padres con tal de encontrar más sitio para sus tesoros.

-Los freaks coleccionistas de cromos. Como los anteriores, pero más baratos.

-Los freaks futboleros. Los que más gritan, Lerdicia Sawater aparte. Disfrutan a raudales viendo a unos tíos medio en calzoncillos chutando una pelotita. Son sus héroes.

-Los freaks fabricantes de fanzines. Son los peores. Pierden el tiempo en contar batallas que solo interesan a sus cuatro amigos, que también hacen fanzines (¡vaya casualidad!). Pierden salud, dinero y amor en su cometido, aunque es mejor que anden entretenidos pariendo panfletos ilegibles antes que delinquiendo. En el escalafón del pobre trabajador son los siguientes después de los vendedores de kleenex.

-Los freaks críticos de música. Les encanta recibir Cds gratis, aunque sea de grupos más malos que el sebo. El caso es llevarse algo por la cara para dar envidia a sus amiguitos, que pagan por escuchar lo que les gusta, ¡pero les gusta algo! Forma de reconocerlos en los conciertos, cuya entrada no han pagado: están apoyados en la barra del bar, a veces beodos, compartiendo tertulia en voz alta con otros de su calaña. Rara vez bailan y, evidentemente, no escuchan al grupo. ¿Para qué?

-Los freaks drogadizos. Se meten de todo al cuerpo, en estado líquido, sólido o gaseoso. Su idea de la diversión es salir por la noche de fiesta y ver el tiempo pasar intentando pillar algo inorgánico. Algunos pillan, otros están pillados y a otros es mejor que no les pillen.

-Los freaks del teléfono móvil. Los más tocapelotas son los que se dejan el aparatito en cuestión encendido en el cine. Como diría Gloria Fuertes, a estos hay que matarlos.

-El freak de Internet. Se acuesta con movimientos extraños en la mano derecha. Echa de menos antes al ratón que a su madre y emplea su tiempo en chatear cual poseso, lanzando chistes verdes en la red en señal de catarsis. Algunos no salen nunca de casa, con lo cual se les fosiliza la caspa, a no ser que organicen una reunión de chateadores anónimos. Se van de cena y, aunque no callan a través del teclado, en vivo y en directo no saben qué decirse. Angelitos...

-Los freaks cinéfilos. Sentarse en la butaca de la sala oscura significa entrar en un estado de trance que implica el psicoanálisis de los personajes que pululan por la pantalla, entre otros entretenidos análisis. No es de extrañar, teniendo en cuenta que se saben la película de memoria tras devorar todas las revistas de cine mensuales. Vamos, que si no descubren dónde han puesto la cámara se aburren. No ruegan a Dios, ruegan a Pumares, ¡y Ozores es Satán!

-Los freaks onanistas. Visitantes asiduos a sex shops de la periferia, ocultan su devoción por las pelis cochinas y protestan en las reuniones de vecinos porque nadie quiere burlar la ley y poner Canal + de tapadillo para todo el vecindario. Pone la excusa de ser un freak cinéfilo, pero en realidad quiere ver entretenidos documentales donde los insectos fornican con música de Mozart. Van a misa todos los domingos.

-Los freaks eunucos. Como los anteriores, pero reprimidos. Es decir, tienen muy mala leche.

-Los freaks domingueros. Hay más de los que pudiera parecer, y uno puede convertirse tranquilamente en uno de ellos sin reconocerlo. Les gusta, sobre todo, visitar los grandes almacenes o enormes centros comerciales donde compran ropa de oferta que si la llevara su vecino se reirían de él, comen lo que nunca comerían en su casa, ni regalado, y aguantan colas interminables para entrar al cine a ver una película que sale en video al de tres días. Protestan en la cola de la pescadería y suelen ir en chándal.

-Los freaks universitarios. Contentos y radiantes pasean sus cuerpos por los pasillos de la cuna de la cultura, pero a la primera de cambio se convierten en un freak dominguero. Es un fenómeno inexplicable.

-Los freaks moteros. Su vida es la velocidad y adoran su máquina más que a sus partes nobles. Al menos la limpian más.

-Los freaks cocheros. Como los anteriores, pero con cuatro ruedas.

-Los freaks freaks. Pues eso, freaks.

Nota: este texto es la prueba de que se pueden escribir cientos de líneas sobre la palabra freak sin explicarla. ¿No es maravilloso? Tranquilos, pronto tendremos para un libro.

Hasta luegito amiguitois




Hya esta eso señores .Y sin mas un saludoooooo
Pues yo me considero friki, y me siento genial
Cualquier palabra en boca de alguin que va a herir es hiriente. ;-)
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