Pues claro que no. Se supone que hay alternativas en el caso de que te mueras por tener hijos. Y lo de adoptar me parece una solución genial.
Personalmente, por supuestísimo que para mí mi hijo adptado sería como propio. No le veo la diferencia,vamos. Al niño le voy educar yo según mis principios, y su carácter será tan aleatorio como lo sería si fuera hijo mío. La cara que tenga me importa un rábano, es como decir que prefiero que mi hijo se parezca a mí, si se parece a su padre...mal rollo.