Premio para
lobedoPEDRO DELGADO MALLIOT AMARILLOTopo Soft 1989
Ficha Tecnica:
Programa: Rafael Gómez.
Gráficos: ACE.
Música: Gominolas.
Portada: Antonio Pereda.
Instrucciones: Dolores Navarro.
Grabación: CBS.
Distribuidor: Erbe.
Producción: Gabriel Nieto.
El juego constaba de cuatro fases diferentes:
1ª Llano en vista cenital adelantando al mayor numero de corredores
2ª Escalada dosificando la energia durante la ascension
3ª Descenso a toda velocidad en perspectiva isometrica
4ª Sprint con vista area proxima tratando de llegar el primero a la meta
Divertido, adictivo y variado. Uno de los mejores juegos inspirados en el ciclismo. Un clasico de los ordenadores de 8 bits
Pedro no es obeso, sino Delgado
Creado en España en 1989 por Topo Soft.
El color favorito es el amarillo puesto que el color del malliot del lider de la carrera
Pedro Delgado Robledo (Segovia, 15 de abril de 1960), popularmente conocido por el sobrenombre de Perico fue un ciclista español profesional entre los años 1982 y 1994, durante los cuales logró un total de 49 victorias, entre las que destacaron un triunfo en la general final del Tour y dos en la de la Vuelta. En estas dos grandes rondas obtuvo además un total de 9 victorias de etapa, 5 en la Vuelta y 4 en el Tour.
Equipos
* Reynolds (1982-1984)
* Seat-Orbea (1985)
* PDM (1986-1987)
* Reynolds (1988-1989)
* Banesto (1990-1994)
Actualmente trabaja como comentarista de los acontecimientos ciclistas para La 1 de TVE.
Dejo un analisis mas detallado sacado de
http://www.viciojuegos.com/analisis/Perico-Delgado-Maillot-Amarillo/El-Tour-de-los-ochenta/3815/1677/2El Tour de los ochentaCada julio de finales de los ochenta, a la hora de la siesta, un segoviano levantaba del sillón a media España con sus eléctricos ataques en las montañas francesas. El honor recayó en Pedro Delgado (Segovia, 1960), desde hace varios años comentarista del Tour de Francia en TVE, que, a pesar de su brillante palmarés - destacan el Tour de Francia de 1988, las Vueltas a España de 1985 y 1989 y numerosos podios en ambas carreras -, es más recordado por su carisma y los sorpresivos episodios, que van de la heroicidad a la tragedia, que protagonizó a lo largo de toda su carrera.
La compañía Topo Soft, en plena eclosión, luchando por el liderazgo en nuestro país con la poderosa Dinamic, aparece para aprovechar el tirón del ciclismo, y más concretamente, del escalador segoviano. La programación de un gurú de los 8 bits, Rafayo Gómez, y la música en el tema principal del clásico Gominolas, seudónimo del entonces chaval astur César Astudillo, se unen en 1989 para crear Perico Delgado Maillot Amarillo, el primer título que intenta simular el deporte del pedal. El juego se basa en cuatro pruebas - salida en llano, cronoescalada, bajada del puerto y llegada a meta en llano - que componen una etapa, a las que accedemos mediante un sistema multicarga (debemos cargar cada vez que cambiamos de prueba). En todas ellas, el cronómetro y el radar, que nos indica nuestra posición y la de la cabeza de carrera, nos orientan para saber qué tal lo estamos haciendo en cada momento. El objetivo es el mismo que en cualquier prueba ciclista por etapas: sumar el menor tiempo posible entre todas para así hacernos con el maillot amarillo. Como cada prueba puede considerarse como un minijuego independiente del resto, se analizan a continuación de forma individual.
Salida en llano: El despiste de PericoSi el segoviano era imprevisible y capaz de perderse por las calles de París y llegar tarde al inicio de "Le Tour", su juego también sufre altibajos en sus diferentes pruebas. Sin duda, la peor es la primera, en la que salimos al final de un largo pelotón para remontar puestos y llegar lo antes posible a la meta, mientras recogemos las bolsas con comida en los cinco avituallamientos, si no queremos sufrir una verdadera pájara, y sorteamos al resto de ciclistas. Además de los desfallecimientos, los peligros que debemos evitar son: los abanicos imprevisibles que hacen los corredores, las reviradas curvas y los coches incomprensiblemente aparcados sobre el asfalto en diagonal; cualquier error disminuye nuestra velocidad punta para que los minipelotones formados nos enguyan.
Técnicamente es muy pobre: la perspectiva cenital nos muestra unos gráficos sosos e indignos de un Spectrum, mientras que sólo hay sonidos para indicarnos que nuestra velocidad baja debido a algún error cometido. El control es sencillo y se realiza únicamente moviendo el mando de dirección: arriba para acelerar - no nos hará falta frenar - e izquierda y derecha para girar. La mayor dificultad será encontrar el hueco para adelantar al resto de ciclistas mientras seguimos la trayectoria de la carretera; no resulta una tarea sencilla, pero debemos concentrarnos, pues en esta prueba es donde podemos marcar mayores diferencias en la clasificación final de la etapa.
Cronoescalada: La épica de la montañaComo con Pedro Delgado, el espectáculo en el juego llega durante la subida al puerto. En esta parte realizamos una lucha contrarreloj titánica, en la que demostramos nuestro estado de forma... y el de nuestro joystick. Debemos mover el joystick de derecha a izquierda lo más rápido posible durante los tramos de ascenso, y descansar para mantener la energía durante los pequeños descansos que existen de camino a la cima, a medida que cambiamos el piñón de la bicicleta, moviendo el joystick arriba o abajo, según varíe el desnivel de la carretera. El nivel estratégico es importante, pero más lo es aguantar el ritmo hasta el final, durante los más de tres minutos y medio de ascensión.
En pantalla, vemos una imagen lateral de nuestro ciclista, levantado del sillín, retorciéndose sobre la bicicleta; además, las estresantes informaciones del cronómetro y del punto exacto de la montaña en que nos encontramos en cada momento (ver el perfil de la subida da vértigo) aportarán una importante dosis de realismo. El aspecto negativo de esta prueba es que nos tenemos que conformar con el ruido del joystick o las teclas - se echa en falta el ruido del público para darnos ánimos -, pues no escucharemos ningún sonido electrónico.
Descenso del puerto: Máxima concentraciónTras la subida "machacateclas", recuperamos toda nuestra técnica y precisión para realizar una buena bajada en la que sólo giramos a derecha o izquierda, pues la pendiente nos impulsa por sí sola a coger la máxima velocidad. De nuevo, salimos con retraso respecto a otros corredores, por lo que tenemos que bajar a tumba a abierta para recortar diferencias y marcar un buen tiempo. Los peligros que afrontamos son: las cerradas curvas - más complicadas debido al sensible control durante la bajada, ya que cualquier giro supondrá, como en la realidad, un brusco cambio en nuestra orientación -, los abanicos de los corredores y los túneles, en los que se produce un salto de imagen al cambiar el decorado.
La perspectiva isométrica simula la carrera desde el helicóptero y nos permite sentir mejor la velocidad. Como en el primer sector, un desagradable sonido nos informará cada vez que cometamos un error; la mayoría de veces será por no esquivar los abanicos del pelotón, pero habrá que guardar especial atención a no salirnos del asfalto, lo que supone la mayor pérdida de tiempo en esta prueba. La dificultad es baja, pero, como en las vueltas ciclistas, en los descensos se marcan pocas diferencias de tiempos con respecto a otros corredores, así que resulta la prueba menos decisiva para la clasificación general.
Llegada a meta en llano: Duro sprint finalLanzados de la bajada del puerto, nos preparamos para el sprint final. En esta última parte, que vuelve a tener un perfil llano, se vive el estrés propio de la llegada a meta por las calles de la ciudad. Debemos recuperar posiciones mientras machacamos la tecla de disparo para ganar velocidad y dirigimos a Perico para escapar del pelotón, a la vez que evitamos numerosas trampas: motoristas a toda velocidad que intentan filmarnos a riesgo de atropellarnos, traicioneros bordillos que rompen la linealidad de la calzada y, sobre todo, un largo pelotón que nos cierra el paso sin contemplaciones.
La apuesta por una imagen cenital, pero mucho más cercana a los corredores que en el primer sector llano, y los numerosos detalles propios del buen ciclismo - aficionados, pintadas en la calzada o los motoristas con cámara antes comentados, entre otros - otorga al juego un aspecto de extremado realismo. Sin embargo, el pobre uso del sonido, que vuelve a limitarse a avisarnos de algún error nuestro, estropea la sensación de estar inmerso en el pelotón. La dificultad en la llegada a la meta es muy alta, debido a que existen pocas zonas anchas, y adelantar posiciones cuando la carretera se estrecha resulta una proeza.
ConclusionesTopo Soft nos permite disfrutar del primer simulador de ciclismo de la historia. Resulta complicado evaluar su valiente propuesta, ya no sólo por la ausencia de títulos similares, sino porque el juego choca en la mayoría de ocasiones con las limitaciones propias del género al que pertenece: ¿cómo recrear de manera fiel la práctica ciclista, sin caer en el tedio de repetir una y otra vez la misma secuencia de teclas? Además, los cuatro minijuegos que componen el juego y dividen a la etapa presentan grandes diferencias, tanto en gráficos como en jugabilidad. Por las razones expuestas, la nota global debe ser tomada como una valoración media de todos estas pruebas; si las valorásemos una por una, la salida en llano concluiría con un suspenso, mientras la apasionante y adictiva cronoescalada poseería una nota cercana al sobresaliente.
saludos