@Meta Knight de los peores jajaja
Yo creo que tengo bastantes, de alto y bajo calibre.
El primero, con unos 5 años, aún me sigo arrepintiendo. Jugando con la GB DMG de mi padre a Minakuchi, un shot em up de la época, me cabreé por morir, di un puñetazo a la consola y partí la pantalla. Dije que se me había caído y no me echaron mucha bronca, arreglaron la consola, pero aún hoy me siento culpable. Creo que fue un punto de inflexión para mí, desde entonces cuido las consolas como un tesoro.
En la adolescencia tardía tuve una etapa un poco...cleptómana por así decirlo (incitado por dos amigas, hasta entonces yo no había robado ni un triste chicle). El caso es que me hice con un imán de neodimio y, entre otras cosas, robé 6 juegos de PS3. Lo peor de todo, no tenía la consola. Al poco me la compré con ahorros de trabajo de verano, aunque suene a coña, porque me sentía culpable por haberlos robado para encima ni jugarlos.
Antes de eso, mi PSP era una consola que me vendió un policía amigo de mi padre, de esas que "se caen de los camiones". Era rosa, pero bastante barata. Cuando salió la PSP slim conseguí encontrar alguien que me comprase la consola por bastante más del valor de mercado de segunda mano de aquel entonces (en mi defensa, estaba absolutamente impoluta) y compre, esta vez a un amigo mío, la versión Slim en blanco, también procedente de robo (en este caso no se su origen). Posteriormente hice exactamente lo mismo con la DS, comprada de segunda mano, por 75€, vendida un año después por 95€ a uno que estaba convencido de que la DS lite tenía una pantalla peor y peores materiales de construcción, y le compré al mismo amigo una DS lite.
En mi etapa de estudiante universitario me sacaba un sobresueldo comprando barato y vendiendo caro. Me pasaba el día entero al acecho de incautos que vendiesen algo a precios bajos por desconocimiento, solía buscar videojuegos, ya que es un tema del que entiendo un poco. En alguna ocasión llegué a cuadruplicar el precio que pagué. Siempre tuve la sensación de estar engañando a esa gente...no me siento demasiado orgulloso.
En la actualidad mis "delitos" creo que son bastante menos reprochables. Los más graves ahora creo que son el usar cheats a menudo. Trabajo muchísimas horas a la semana, y muchas cosas de videojuegos que antes no me importaba hacer ahora me parecen una pérdida de tiempo (ejemplo, ahora estoy con Fallout 4, me repatea tener que ir cada 10 min a desechar chatarra/guardar nuevos tesoros, por lo que tengo carga infinita; o en Octopath traveler, al final del juego calculé que me harían falta 65 horas para subir a nivel 99 a todos los personajes,l uchando una otra vez con los mismos enemigos, demasiado lento y aburrido a mi parecer, por lo que puse un multiplicador de experiencia x5 si no recuerdo mal)
Edito y añado un par más que me he acordado. Creo que soy el más pecador del lugar jajaja
En secundaria un "amigo" (era el rarito de la clase que siempre estaba pegado a nuestro grupo de amigos) me prestó el FFVIII. Me lo pasé y al llegar el verano me reclamo el juego, pero yo me hice el remolón. Al volver en septiembre resulta que se había mudado. varios años después me lo encontré en el autobús, supongo que vino a visitar a familia, según lo ví me acordé del juego y le dije que podíamos quedar para devolvérselo. Me dijo que le daba igual, no lo quería para nada. Así que ahí lo tengo, junto al resto de mis FF.
Mi primera novia (de los 16 a los 23 años) también tenía la snes, y alguna que otra vez echábamos una partida. Un día se trajo varios juegos que yo no tenía a mi casa, y ahí se quedaron. El premio gordo fue el Secret of Evermore, era de su padre y su hermano. Al saber que me interesaba tanto me lo regaló (con caja y manual, una joya). Varios años después de dejarlo contactó conmigo para decirme que su hermano lo quería de vuelta. En este caso me negué, ya que había sido un regalo.