bueno aqui esta el relato, estoy preparado para suspender pero por favor no os riais de mi mucho (Demirugo y Noah quieren hundirme antes de estrenarme
)
Una vez, en el fondo del mar, iva paseando el apuesto y galan pez llamado Lucio, sus preocupaciones no eran otras mas que encontrar a una hermosa pescailla para pasara con ella el resto de su vida a si que se fue al club mas de moda de la ciudad, el club se llamaba Club Electrico Veraniego y estaba lleno de peces y pezas, se sento en una mesa y se puso a observar a todas las pezas que habia por allí, pasaron las horas y las horas y no ecnotraba a nadie, cuando de repente vio una bonita peza de bellísimas escamas verdosas, Lucio se levanto y se acerco a la peza.
- ¿Cómo te llamas?- Pregunto este.
La peza giro su cabeza y sonrió
- me llamo Merluza.....
la noche paso y los dos peces prometieron verse mas a menudo, lo hicieron y después de varios meses eran una linda parejita de enamorados, ivan al parque acuatico, al zoo acuatico y todas esas cosas que hacen los peces enamorados, un dia decidieron hacer pececitos, Lucio llevava semanas practicando para tan duro ejercicio y Merluza se puso su ropa mas elegante para tan importante fecha; llegada la noche, Lucio se levanto gallardo del sillon en el que estaba y se fue a la cama a complacer a su querida Merluza, ella le esperaba tumbada en la cama con un bonito vestido. Lucio se tumbo al lado de su querida y empeco a sembrar el amor en el interior de ella, pero Merluza notaba algo raro, algo no funcionaba, algo no iva bien y se empezo a asustar, miro a Lucio y vio a este un poco palido, tenso y seco.
- ¿qué ocurre amor mio?
Lucio giro la cabeza para ver con uno de sus enormes ojos y con voz asustada dijo
- no... no se querida, algo raro me ocurre no soy capaz de levantar todo mi amor para complacerte
- ¿pero como es eso? ¿acaso ya no me quieres?
- No... digo si cielo dame un poco mas de tiempo para poder enderezar la situación
Paso una hora e intentaron todo tipo de ejercicios para hacer saber el uno al otro todo lo que se amaban pero al final Lucio estaba ya completamente seco y desinflado, Merluza le miro con aire de exasperación y le aparto con un empujón.
- Dejalo anda, quizas podamos otro dia que estes mas animado
- Lo siento querida... yo... yo no se es la primera vez que me ocurre
Merluza sonrio con compasión y con su aleta toco las agallas de este –no te preocupes- dijo – otra vez sera.
Asi acabo la noche que pasaron Lucio y Merluza intentando sin éxito tener pececitos, aunque Lucio no consiguiese penetrar lo suficiente en el alma de Merluza, no desistieron y sigueron cada noche intentándolo e intentándolo.
FIN
en fin que corto me ha quedado