Depresiones, pero de las gordas

No sé si hay algún hilo similar en plan hilo oficial o qué. He hecho una búsqueda y no he visto nada en el primer vistazo, aunque sí algunos posts sueltos de cosas similares a las que voy a poner aquí.

Para los (pocos, supongo) que me recuerden de por aquí les diré lo mismo que a muchos de mis amigos. Siento tener que volver en este estado.

Por suerte o por desgracia pertenezco a ese conjunto de personas a los que no pueden, al menos con facilidad, olvidarse de las cosas y dejar la vida pasar.

A mi me ha tocado, muy recientemente, experimentar el golpe de mi vida. Llevo desde el verano pasando de una depresión a otra por el mismo tema, y ahora que se ha acabado todo no consigo mejorar. Por culpa de la situación, me veo obligado a dejar de ver a algunos de mis amigos y renunciar a llevar la vida que llevaba en la universidad. De hecho, he perdido todo el cuatrimestre, y es muy probable que pierda gran parte del año de estudios. Incluso es posible que me vea obligado a cambiar de universidad y provincia, con todo el trauma que ello conlleva.

Aparte de eso, no tengo fuerzas para hacer prácticamente nada de lo que hacía antes, de ver a mis amigos o de dedicarme a mis aficciones. Siento impotencia, soledad, complejo de inferioridad y abandono. Me siento dado la espalda de mucha gente que conocía. Otras, sin embargo, me han demostrado que me aprecian mucho más de lo que creía.

Yo, que confiaba ciegamente en la voluntad de las personas, he perdido toda fé en ellas. Ya sólo soy capaz de confiar en mis (pocos) mejores amigos y en mi familia más cercana.

Por supuesto, como todo quisqui que pilla estas depresiones, las ideas y tendencias suicidas han pasado muchas veces por mi cabeza. No me creo tan estúpido, pero para mi desgracia ya he tenido momentos muy críticos, que no serán los últimos y, al ser diabético, conozco métodos rápidos e indoloros de acabar con todo.

Me veo obligado a acudir al psicólogo para evitar todo esto. Puede que incluso deba darme a los antidepresivos. He tenido la desgracia de tocarme vivir esta situación como pago por intentar sacrificar mis principios y mi integridad psicológica por alguien. No hay nada peor que dar lo mejor de ti y que te paguen con esa moneda. Pero peor aún es saber que, a pesar de todo, estarías con esa persona, la perdonarías y la volverías a aceptar.

Si pudiera odiar, quizás todo acabaría antes. Pero no puedo. Cuando tomé la decisión de dedicar mi vida por esto, lo dije en serio. Y mi vida me puede costar. Porque no veo el momento de levantar la cabeza sin que esa persona me ayude. Y esa persona no quiere ayudar.

Envidio su capacidad de olvidar y de rehacer su vida, y al mismo tiempo me desconcierta porque yo no puedo dejar de pensar ni un momento en ello.

Alguien murió el día que decidió ser alguien, y ese alguien fue asesinado. De modo que tenemos dos muertos, metafóricamente hablando. Y todo lo que queda es un cascarón inercial que trata, sin éxito, de levantarse todas las mañanas. Mi único consuelo, de momento, es ver que sigo vivo tras tanto sufrir. Espero de todo corazón que siga así. Aún tengo la esperanza de que mis sueños truncados se conviertan en realidad. Aunque ya no será lo mismo.

Como un credo de autocompasión me repito, incesantemente, "Algún día alguien querrá estar contigo".

"Ya veremos. No acabo de creermelo." es lo que siempre recibo como respuesta.

Ya veis a que punto es capaz de llegar la psique humana cuando la golpean donde le duele. Yo solía ser una persona muy animada.