Un grupo de investigadores de la
Universidad de California ha creado una calcomanía capaz de generar electricidad a partir del sudor. El dispositivo comenzó como un biosensor diseñado para monitorizar la actividad física del usuario, pero se convirtió en una "biobatería" tras descubrir su capacidad de generar pequeñas corrientes eléctricas.
El sensor detecta y reacciona con el lactato contenido en el sudor transpirado. Esta sustancia se origina como subproducto en un proceso de generación de energía llamado glucólisis, que se dispara en el cuerpo humano a partir de cierto nivel de actividad física vigorosa.
La supervisión de los niveles de lactato sirve para medir la eficacia de los programas de entrenamiento físico o para controlar algunas enfermedades, pero en estos momentos las pruebas disponibles siguen requiriendo muestras de sangre. Con el nuevo sensor, los investigadores ofrecen una medición mucho más conveniente utilizando una enzima que sustrae electrones del lactato, generando así una débil corriente eléctrica que sirve de referencia.
Ante esta propiedad, los científicos decidieron ir un paso más allá e integrar una pequeña biobatería recargable en el sensor para aprovechar la corriente eléctrica. Con su diseño actual, el dispositivo tan solo entrega un máximo de 70 microvatios por centímetro cuadrado de piel, pero los investigadores aseguran que en el futuro este método podría alimentar pequeños dispositivos eléctricos.
Curiosamente, la "batería
wearable" funciona mucho mejor en aquellas personas que están menos en forma. Durante las pruebas del dispositivo, los deportistas habituales generaron la menor cantidad de energía durante el ejercicio físico. Según los investigadores, esto se debe a que la glucólisis comienza antes en las personas menos acostumbradas a la actividad física, por lo que la cantidad de lactato en el sudor es mayor.