Tres
hackers norteamericanos han sido arrestados por el FBI acusados de robar datos de los ordenadores del Ejército de los Estados Unidos, Microsoft y de otras firmas de videojuegos, según revelan documentos publicados por el
site The Smoking Gun. Los piratas informáticos se enfrentan a 15 cargos entre los que figuran fraude, acceso no autorizado e infracción de
copyright.
El supuesto asalto informático comenzó en 2011 y continuó durante dos años aprovechando vulnerabilidades en los sistemas de Valve, Activision Blizzard, Zombie Studios, Epic Games o Microsoft. Los acusados obtuvieron copias en desarrollo de
Call of Duty: MW3,
Gears of War 3 e incluso la documentación y
software necesarios para construir una Xbox One antes de su lanzamiento oficial, la cual vendieron posteriormente en eBay por 5.000 dólares.
Concretamente, los datos robados de los equipos de Microsoft contenían "diseños internos, especificaciones técnicas y código del sistema operativo previo al lanzamiento". Además de la consola "falsificada" vendida en eBay, uno de los acusados construyó una segunda Xbox One a base de componentes de terceros que tenía como destino un comprador en la República de las Seychelles.
La detención del grupo de piratas tuvo lugar después de que uno de los intermediarios para el envío de la segunda Xbox One casera denunciara el caso al FBI. La acusación también cita en el texto a un joven australiano que colaboró con el grupo y llegó a detallar la información extraída en la revista
Kotaku a principios de 2013, siendo
detenido poco después.
Además de la información sobre Xbox y de los títulos comerciales sustraídos, el asalto a los equipos de Zombie Studios también permitió a los
hackers alcanzar un servidor del ejército estadounidense donde se hicieron con el simulador de combate "AH-64D Apache Simulator". Las fuerzas armadas de EE.UU. habían contratado el estudio de videojuegos para desarrollar el
software de entrenamiento para pilotos militares.