El pasado mes de mayo un Tesla Model S chocó contra un camión en Florida, Estados Unidos,
matando a su conductor. Según el registro de los hechos, el vehículo circulaba con el sistema de asistencia Autopilot conectado, desatando una polémica considerable sobre la seguridad de este tipo de tecnologías y si conviene o no dejar la conducción en manos de una máquina.
La investigación preliminar de Tesla señaló que el sistema podría haber tenido problemas a la hora de detectar el camión (de color blanco) bajo la brillante luz del día, por lo que los frenos no llegaron a ser activados. Ahora, un informe de la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA por sus siglas en inglés) ha exonerado al fabricante de vehículos eléctricos.
Antes de su muerte, el conductor grabó una situación similar a la que terminó costándole la vida. Según ha determinado la máxima autoridad estadounidense en materia de tráfico, la investigación oficial no ha encontrado ningún defecto ni deficiencia en los sistemas de asistencia ni frenada automática de emergencia. El informe también recoge en su conclusión que la tecnología Autopilot no sustituye al conductor totalmente (algo en lo que
coincide con las autoridades alemanas), puesto que como otros sistemas de asistencia avanzada a la conducción "requiere la continua y completa atención del conductor para controlar el entorno de tráfico y estar preparado para actuar para evitar choques".
La información recopilada por la NHTSA y Tesla muestra que el conductor no llegó tomar el control del vehículo antes de producirse el accidente, cuando el propio Autopilot pide al conductor que mantenga las manos en el volante; una característica que hace unos meses se convirtió en exigencia por parte del fabricante tras una actualización de software. Según sus hallazgos, el camión debería haber sido visible para el conductor durante un mínimo de siete segundos.
La conducción es más segura si el coche también vigilaMás allá de este suceso concreto, el informe de la NHTSA contiene también un dato que bien podría interpretarse como un potente alegato a favor la conducción automatizada (que no necesariamente autónoma). Durante la investigación del accidente la agencia examinó los datos relacionados con el kilometraje y la activación de los airbags de todos los Model S y Model X con Autopilot pertenecientes a las gamas 2014 a 2016, pudiendo comprobar que los choques
se redujeron casi en un 40% después de que se instalara la función Autopilot, que contempla entre sus funciones el desvío automático del coche.
Como referencia, el Tesla Model S es un coche con nivel de automatización 2, por lo que el sistema Autopilot es más bien de asistencia. Podría decirse que un coche autónomo comienza en el nivel 3, mientras que la autonomía completa requiere tecnologías capaces de automatizar todos los aspectos de la conducción, lo que supondría un nivel 5.
Pese a ello, las autoridades estadounidenses señalan que por ahora el conductor siempre ha de estar atento a la carretera y nunca debería dejar las maniobras de evasión y frenada en manos del propio vehículo.
Fuente: NHTSA