Deudas

Pasado las 9:30 de la mañana, en mis manos una gaseosa y una conversación ruidosa. ¨5 paneles y el grupo aquel que no para de lanzar alaridos sin sentido.

Un pensamiento por mi cabeza y un ¡ALTO!.

Nadie lograba entedner lo que ocurría en le salón del pueblo, donde los vasos habían caído al piso.

Un sombra parado es un rincón de la barra; un rostro extraño para aquel tumulto de ebrios y pensadores de bar, su mirada fija con el filo de la indiferencia, nadie sabía qué hacía allí ni de dónde provenía, sólo el silencio dominaba el bar. Pero él sabía a qué llegaba a ese lugar, al lugar donde los muertos recuperan su vitalidad y que cada vivo es uno más de los que cayeron ante el desprecio y la envidia. Ella estaba esperando que llegase junto y la tomara, todo indicaba que eso haría, las ilusiones estaban rodeando aquel horrendo escenario.

Él había llegado, él y ella se irían... Él subió con la copa del sombrero cubriendo el rostro. Ella al ver que dió el primer paso corrió hacía el lecho que tantas noches de pasión entre sus sábanas escondía. Ya sabía, lo presentía; ella se desnudó con la paciencia que en ella era acostumbrada, roció de rosas la habitación. Él lanzó un escupitajo antes de ingresar a aquella habitación con olor a burdel. Ella impaciente acostada con las piernas entre abiertas y viendo el rostro, el rostro aquel que tantas noches esperaba.¨Él la miró fijamente y en un afán de esconder su desprecio mostró una pequeña sonrisa y la voz de la mujer "Por qué tardaste tanto?" calla ya no es tiempo de hablar, hablamos desde muy lejos y mi voz nunca llegaste a oírlas.

"Quíta la sábana hoy no habrá más barreras que nuestros sudores, que nuestros pensamientos". Ella cierra los ojos al sentir el leve acercamiento de su hombre. Él se apoyaa en una mano, limpia el sudor y los cabellos del rostro de aquella mujer, baja las manos por el pecho y llega a su entrepierna y de poco a poco abre la pierna de aquella mujer que y acerca su miembro hasta llegar a estar junto a la vagina y ella que ya comienza a humedecer y estar ya lista para ser penetrada y es ahí cuando con gran embestida toda su virilidad le introduce aquél hombre extraño para los demás y para ella tan deseado; hubo pasión fuego y deseo en cada movimiento.

Pasaron las horas desde que se acostaron y gozaron de los placeres del sexo y la piel, llenando de pecado una vez más aquel momento. Ya salió la aurora él se levantó y con la lentitud para ser atrapado se acerca la ropa que está tirada al piso y empieza a vestirse. ella "a dónde vas?" mis rutas no son de mortales y lo sabes, no hay lugar que indique mi paradero... Vine para gozar de tus encantos por la despedida, por el tiempo que no estuvimos y los reconres que guardaste.
-No intentes marcharte sin mí y dejarme en este lugar hecho para la burla.
- No lo intento, sólo me voy no fuiste más que el lugar donde descargar mis deseos y nada tengo que que darte ni deuda que saldar contigo, recuerda que la deudora eras tú yo hoy cobré lo justo, tu cuerpo, tu sexo tu vida...
Dió media vuelta y salió de la habitación tarareando una canción.