Entro en una sala, pero, todo está muy borroso, no alcanzo a distinguir a nadie entre en tumúlto de gente. Al fondo una figura resplandeciente.
- Eres tu! (Me grito a mi mismo)
Esos cabellos negros no podian ser de otra persona.
Se paraliza el tiempo, no me canso de verte y seguir lentamente el mechón de pelo que perfila tu cara.
Me acerco a ti con una sonrisa; te das la vuelta:
- Me descubriste! Se acabo...
Y entonces entre las cosas más bonitas de la tierra aparece descrita la sonrisa que me diriges.
- ¿Es para mi? ¿Se...se está dirigiendo a mi?
5 segundos que se asemejan al Edén, un guiño hacia la mayor felicidad de un hombre como yo.
¿El resto de la historia? Solo banalidades
PD: Por fin he sacado algo de tiempo para escribir!