Día 3 Santo Domingo de la Calzada - Burgos
Desayunamos PASTAS. Salida temprano y empezamos a ascender poco a poco. Hasta que dejo de ser poco a poco y llego la infernal ascensión a la Pedraja (3 Km. pendiente del 6%)
Pasamos por Atapuerca y finalmente llegamos a Burgos. Intensa entrada en Burgos. “Cenamos” de puta madre y se produjo un nuevo hurto por la conservación del peregrino: Chocolate Cadbury. Pasamos por el Albergue y pillamos sitio por los pelos (en cama) y fue entonces cuando descubrimos el desprecio al esfuerzo del ciclista peregrino. Salimos a comprar la cena del día siguiente que tomaríamos esa noche y se produjo el, por ahora, mayor hurto por la conservación del peregrino (h.c.p.)
Visitamos Burgos a la caza y captura de una barra de pan y aquí empezó el maltrato psicológico por parte del peregrino andante. Llegando a la conclusión de que los caminantes no sufren ya que comen bollos a dos manos y no ofrecen.
Conclusión: El peregrino ciclista sufre tanto física como psíquicamente. No así el peregrino andante mimado y cuidado por el sistema.
¡¡Revolución hermanos ciclistas!!
Aclaraciones:
-PASTAS del día (se entiende). Recuerdo que el jodío del Nafia va y me dice “Las mejores son las de chocolate”, ¡El muy cabrón se quería comer el solito las de mermelada que como todo el mundo sabe son las mejores... El hambre empezaba a afectarnos...
-Aquella subida fue mortal. Lo único que recuerdo es llevar el desarrollo de la bici al mínimo y aun así la puta subida costaba un huevo y no acababa nunca.
-El termino “cenamos” aparece entrecomillado porque esta cena se realizó a las dos de la tarde. ¿Por qué? Os preguntareis, pues bien, esto se debe a que habíamos acordado que nunca se dormía en el sitio donde se comía. Osea que había que avanzar un poco mas del lugar donde hubiésemos comido. Pero, el caso es que aquel día estábamos tan destrozados que decidimos “cenar a las dos de la tarde” en Burgos y dormir en el mismo sitio. Así no incumplíamos el acuerdo.
Luego por supuesto volvimos a cenar en Burgos, pero ahora ya sin comillas, claro.
-El albergue: Este es un punto interesante. Bien, resulta que fue aquí donde fuimos conscientes de la discriminación que sufre el peregrino en bici. Me explico, resulta que el peregrino andante tiene prioridad ante el ciclista a la hora de pillar cama. Lo que significa que en el caso de que ya estén ocupadas todas las camas, si tu llegas a las 1 de la tarde después de hacer 100 Km. en la bici y a las 5 de la tarde llegan tres peregrinos andantes que han caminado 10 Km. en todo el día, han comido en un restaurante y se han echado una siesta... pues tu te vas al suelo porque ellos tienen preferencia pa las camas. Por suerte dijeron que les daba igual y que dormían en el suelo. Pero la cosa podía haber acabado de otro modo...
-Y por ultimo imaginaos la situación: Después de enterarnos de que podíamos quedarnos sin camas, salimos a comprar algo de cena. Nos vimos obligados por las circunstancias que ya conocéis a cometer, de nuevo, un h.c.p. y entonces, en esa miserable situación, empezamos a ver como algunos peregrinos andantes que habíamos visto en el albergue, salían de las pastelerías con bollos y pasteles, incluso vimos a una
zo*** que llevaba DOS PALMERAS DE CHOCOLATE PARA ELLA SOLA. Huelga decir que ninguno nos ofreciéron nada. Ni unas migajas. ¿Dónde esta la solidaridad entre peregrinos? Claro, como nosotros íbamos en bici... En un momento de la tarde, destrozados por la tortura a que nos estábamos viendo sometidos, el Nafia estuvo a punto de darle un bocao al bollo de una peregrina que se había detenido a mirar el escaparate de “otra” pastelería, mientras esta no miraba. Tal era nuestra desesperación al final de la tarde, que estuvimos barajando la posibilidad de esperar al cierre de las pastelerías e intentar mendigar lo que pudiésemos, pero al final nos dio vergüenza. Es que tenemos nuestro orgullo. Robando, al menos, te estas ganado lo que te llevas, ¿no?
En fin, lamento haber tardado tanto en poner la tercera parte. Para la cuarta y la quinta y ultima intentare darme un poco mas de brillo.
Un saludillo.