Han pasado seis años desde entonces pero aun recuerdo ese día, parece que fue ayer cuando me encontraba en casa de mis abuelos y mi primo entro raudo y veloz portando una copia de un nuevo juego: Advance Wars.
Mi primera impresión fue bastante pasiva, no había oído hablar nada de el(eran tiempos de falta de información y en la que aun Internet no copaba nuestro cerebro con miles de datos diarios de todos los rincones del mundo)y como podrán suponer mi expectación era nula pues no sabía todavía la sorpresa que me depararía ese cartucho al introducirlo en la correspondiente ranura de la gameboy-advance.
Un concepto mas bien simple pero de miles de posibilidades tácticas y estrategias, cierto atisbo tenia a la ajedrez por su mecánica por turnos y “fichas” pero evidentemente no estábamos ante el mismo juego y las diferencias eran claras, al contrario que en la ajedrez el tablero no tenia que ser simétrico ni cada posición igual(es más dependiendo de cual te encontraras podrías tener mayor visión, protección etc)y las fichas se construían en diversos edificios dependiendo del elemento en el que se encontraran(mar, aire y tierra). Todo esto podría recordarnos ligeramente a tantos juegos de estrategia pero advance wars tenia en su interior una particularidad única que le haría destacar sobre el resto: los oficiales en mando.
Cada nación tenia sus correspondientes comandantes con una remarcada personalidad y en si muy estereotipados(lo cual les hacia muy cómicos), desde el bruto estúpido hasta el gruñón comandante ya curtido en batallas, cada uno tenia su propio poder que le hacia mas fuerte ante tales elementos o le daba ventajas en algunos aspectos e introducía la variable mas desequilibrante del juego: los poderes.
En la tercera entrega ya llegamos a ver los ataques duales que pueden ser un jaque mate en toda regla para el adversario sino es capaz de prevenirlos aunque también puede volverse contra nosotros sino lo utilizamos sin pensar y completamente aleatorio, cada ataque que das te acerca a ti y a tu rival mas hasta el poder lo cual ten por seguro que te facilitara o complicara las cosas dependiendo de la situación.
Lo mas duro al ver esta nueva entrega no es el cambio del argumento ni el del estilo grafico sino la perdida de todos nuestros queridos OJ, hemos pasado tantas batallas junto a ellos y seguro que tendremos a nuestro predilecto(en mi caso el joven Colin, el capitalista en el mundo comunista de Blue Moon y experto en el dinamismo tanto en defensa como en ataque)que no podremos estrenar nunca en los campos globales.
Es una lastima que la ultima entrega para Ds no tuviera el Wi-Fi pues habría sido la despedida final para esta parte de la trama, para este elenco de personajes ..pero no..
Intelligent Systems después de su genial actuación con Super Paper Mario(la mas reciente) me ha pegado una puñalada con este juego(Days of ruin)bastante honda en mi corazón, me imagino que esto no es mas que una maniobra para justificar un falso cambio(retomar el estilo grafico de la saga Famicom Wars)y así aparentar cambio en la saga para venderla además de atraer a un sector de publico de mayor edad(o eso pensaran), parece ser que ya no hay espacio para un viejo general como yo.
Para concluir todo esto no puedo sino decir que voy a ver al viejo Olaf y todos mis amigos de Blue Moon para recordar con nostalgia esos tiempos felices, ese sábado de 2001 que marco un antes y un después en mi vida.
Días de ruinas...que titulo mas acertado.