La diferencia está en que uno es más avanzado y completo que el otro en cuanto a sensaciones se refiere.
Con el volante con vibración este vibrará tal cual un dualshock para que sientas el motor del coche en tus manos, el pasar por los pianos o baches del circuito o cuando te den un golpe.
Con el volante con force feedback además de todo lo anterior dispone de un sistema para que puedas notar las fuerzas e inercias del coche, mucho más inmersivo pues te hace creer que realmente llevas un volante de coche y no un simple mando de juego. Por tanto, con este sistema además de las correspondientes vibraciones sabrás cuando el coche se te va o patina al notar la dirección más libre lo que te permite anticiparte dándote la posibilidad de corregir un trompo antes que sea demasiado tarde, notarás los latigazos que te de el coche (por ejemplo cuando te den un golpe pues la dirección reacciona al golpe según donde te den), notarás cuando derrapes con el coche, en los giros sientes la inercia del coche oponiendo el volante resistencia, resistencia que puede aumentar o disminuir según la velocidad que lleves. Todo ello dota a la conducción de un realismo que la simple vibración no te podría dar.
Para mi pasar de un volante sin feedback a uno con él (G25) ha sido como pasar de la noche al día. 100% recomendado.