Espero que te ayude un poquito más.
¿Cómo funciona todo esto?
Las unidades reproductoras de CD-R y CD-RW disponen de un láser que se sitúa a 1 milímetro del CD. Su longitud de onda es de 780 nanómetros. Un nanómetro (nm) es igual a 0,001 milímetros (mm). Este láser se utiliza para marcar la superficie de del disco, marcas conocidas como pits y lands. En un CD-ROM estas marcas están impresas por otro método. Son salientes y depresiones en la capa interna del CD. En los CD-R y CD-RW estas marcas son emuladas en la forma que más adelante explicamos. Las marcas se organizan en el interior del CD desde el interior hasta el exterior mediante una espiral concéntrica. La separación entre los centros de las marcas y los siguientes en la espiral es de 1,6 micras (1 micra o micrón (µm)=0,001 milímetros). La longitud de las marcas puede variar entre 0,833 y 3,56 µm. Su ancho es de 0,5 µm. De este modo, esta espiral da 22.190 vueltas al CD.
El modo de leer estos salientes en un CD-ROM e identificarlos como ceros y unos es el siguiente. El láser del lector se proyecta a través de la capa inferior de policarbonato, y se refleja en los salientes y concavidades de la capa media del CD-ROM. El cambio que experimenta el láser en el reflejo de unos a otros es identificado por un diodo fotosensor que lo recupera como un impulso eléctrico. Este impulso es identificado como un 1. Si no se produce ningún cambio y el reflejo permanece constante, se asignan ceros. Una determinada distancia de 300 nm. es un 0. Sin embargo, estos datos no pueden ser interpretados por el PC de forma literal. Antes se debe realizar una conversión de módulos de 8 bits a módulos 14 bits. Esta conversión se conoce como EFM (Eight to Fourteen Modulation).
Unidades de CD grabables o CD-R
El CD-R utiliza el almacenamiento tipo WORM (Write Once Read Many), que significa "una escritura, múltiples lecturas". Está formado por policarbonato, una capa orgánica (cianina usualmente), una capa reflectante (normalmente una aleación de oro o plata) y una última capa protectora.
En este caso, el láser de la grabadora actúa sobre la superficie de la capa orgánica marcando los pits. Esta capa queda decolorada y abombada en estas zonas. Los pits resultan ser las partes de esta capa orgánica que se vuelven inestables y poco reflectantes (debido al calor). El lector de CD atraviesa la capa de policarbonato y la orgánica, reflejándose en la capa reflectante. Cuando se llega a un abombamiento se produce un cambio en el reflejo, de forma que es interpretado como un 1, al igual que ocurría con el CD-ROM. Por esta razón un CD-R se puede leer en un CD-ROM. Este modo emula la forma en la que se graban los datos en un CD-ROM. En el CD-ROM los picos y cavidades (pits y lands) son físicamente grabados de forma mucho más precisa. Por otra parte, este método es irreversible, de forma que un CD-R no puede volver a ser grabado.
Para guiar al láser a lo largo de toda la estructura del CD-R, éste dispone de una pista ya impresa que guía el rayo del láser de escritura. Contiene información para que la grabadora pueda comprobar en qué lugar CD-R se encuentra el láser en cada momento, y gestione la velocidad de grabación
¿Dónde se sitúan los datos?
Ya sea en un CD-ROM, en un CD-R o en un CD-RW, los datos se comienzan a almacenar a 2,5 mm del centro del CD hasta los 58 mm en el extremo. La zona de grabación se divide en un área de sistema y otra de información.
El área de sistema ocupa los primeros 4 mm y se ocupa de calibrar el láser para la grabación, de identificar todas las pistas y las direcciones de los sectores.
El área de información incluye el Lead-in. Éste incorpora la tabla de contenidos de los datos grabados posteriormente (el índice). Es la conocida Table of Contents o TOC. También incluye el área de programa, donde grabamos el contenido propio del CD y el Lead-Out, que marca el fin de la sesión si la dejamos abierta o del CD si no es así. Cada sesión tiene un área de información nueva, así que se calcula que se pierden por estos conceptos en cada sesión aproximadamente 15 MB.
Los sectores
Un sector es la unidad mínima direccionable de un CD. Cada sector está compuesto por un determinado número de bytes que se encargan de determinadas funciones. Existen bytes dedicados al sincronismo, a identificar la cabecera, a la corrección de errores y a guardar los datos. Dependiendo del formato de archivo, se dedicarán más o menos bytes a una tarea u otra. Por ejemplo, los sectores que forman las pistas de audio de un CD-DA contienen mayor información que los sectores que forman un archivo de datos de un CD-ROM. Esto es debido a que un CD-DA ocupa menor número de bytes por sector para la corrección de errores y dedica más espacio a la información de audio.
Las velocidades "x"
Cuando se trata de regrabadoras, inevitablemente se empieza por mirar la velocidad de grabación y la de regrabación, y en menor medida las posibilidades que nos brinda como lector, siendo éste el momento en que salen a relucir las velocidades (o tasa de transferencia) que se expresan mediante un número y una "x". Todo el mundo es consciente de que a mayor numero de "x" mayor velocidad, pero no todos conocen el porqué de expresar esta tasa de transferencia así.
Estas expresiones proceden de las primeras unidades de CD-ROM, las cuales proporcionaban tan sólo 150 kB/s, o lo que es lo mismo, 1x que, a su vez, es la velocidad necesaria para reproducir correctamente un CD de audio. Con la aparición de los nuevos modelos de CD-ROM la velocidad de transferencia de datos aumentó hasta las 2x (300 kB/s), por lo que si desea saber la tasa de transferencia máxima de su unidad sólo tendrá que multiplicar la velocidad de su regrabadora en cualquiera de sus facetas por 150 kB/s. Así por ejemplo, una unidad con 32x soportará como máximo una tasa de transferencia de 4.800 kB/s (32 * 150 = 4.800). Pero esto es la velocidad de transferencia máxima, y casi nunca es la real que nos proporciona la unidad, pues hay otros factores que influyen de manera directa sobre este dato, como por ejemplo la interfaz de la unidad (IDE o SCSI), la potencia de nuestra CPU, el buffer, la tecnología utilizada para el giro del disco, el tamaño del disco a leer, etc.
Sin duda uno de los factores más críticos es la manera en que la unidad controla el giro. Existen tres maneras de controlar este velocidad de giro: CAV, CLV y un sistema mixto entre los dos sistemas anteriores. El primero de ellos trabaja con una Velocidad Angular Constante (CAV), con lo que se leen más datos en la parte externa que en la parte interna del disco, ya que la velocidad de giro que sufre el disco es siempre la misma. Mientras, en la velocidad Lineal Constante (CLV) lo que aumenta es la velocidad de giro del CD cuando se trabaja sobre la parte más externa del disco, por eso las unidades con este sistema hacen mucho ruido y calientan en exceso el disco leído. Esta tecnología está en desuso. La tercera de la formas es una mezcla de ambas que utiliza la forma CAV para leer en la parte interna del disco y la forma CLV para el resto del compacto.
La mayoría de los CD que se leen no están grabados en su totalidad, ya que se comienza a grabar la partir del centro hacia la parte externa. Por tanto, un sistema que combine ambos sistemas utilizando cada uno dependiendo del lugar hasta donde se hayan grabados datos es el más aconsejable.
En las unidades combo hay que tener en cuenta que las "x" del DVD no son iguales que las del CD, pues los primeros DVD leían los discos a 1,3 MB/s y éste es el valor que se toma como referencia para 1x.