Digamos que eres distinto.
Digamos que desde siempre has sido una persona introvertida, con unos pocos amigos y al margen de lo que es el adolescente normal. Nunca te han gustado los viernes por la noche en la discoteca, prefieres reunirte con 2 o 3 buenos amigos en un salón y divertirte con una charla amena mientras veis una película.
Digamos que siempre has intentado ser una buena persona, apoyando a tus amigos o a cualquiera que lo necesitase. Digamos incluso que alguna vez te han dicho que eres demasiado bueno, muy inocentón.
Digamos que tu mundo se reduce a los estudios y a cuatro hobbies que te sirven de distracción. No eres muy sociable porque no has tratado con muchas personas, aunque cuando se da la ocasión siempre tratas de ser amable y cordial.
Digamos que no eres físicamente atractivo, si acaso uno del montón. Digamos que tú mismo no te quieres físicamente, por lo que piensas que tu cuerpo es más una barrera que un medio. Sientes que como persona vales mucho, pero no puedes exteriorizarlo y te sientes prisionero.
Digamos que llega un momento en el que sientes la necesidad de encontrar a alguien, esa persona que te aprecie y que esté junto a ti, una persona por la estarías dispuesto a darlo todo y a hacerlo todo por ella. Necesitas recibir y dar amor, querer y ser querido. Tener alguien a quien abrazar. Pero piensas que es imposible, que si encontraras a esa persona especial tú no le gustarías a ella, ya que no te gustas ni a ti mismo. Sabes que tú mismo ves con distintos ojos a una persona atractiva que a otra que no lo es, aunque sepas que luego el interior puede ser muy distinto. Al final ni siquiera intentas buscar a dicha persona, ya que no tienes esperanzas.
Digamos que alguna que otra vez has hablado con chicas por el messenger, y ves como al estar liberado de tu cuerpo, puedes expresarte mucho mejor. Te gusta mantener una conversación, y ayudar a quien sea con sus problemas. Digamos que en más de una ocasión, ocurre que a una chica su chico le ha hecho daño y te lo cuenta, tras lo cual intentas ayudarla y apoyarla, para que solucione sus problemas y sea feliz, que es lo que quieres. Digamos que al final te preguntas por qué alguien que hace daño atrae a otras personas, y tú que intentas lo contrario no. Pero te das una respuesta: porque soy distinto.
Digamos que tu vida continúa y todo sigue igual. Miras atrás y sientes que durante los años anteriores podrías haber intentado algo, pero no lo hiciste. Podrías haber intentado ser uno más. Pero tú no te sientes uno más, así que no actúas como tal. Te encierras en tus propios problemas, y aparece la excusa de "no tengo el tiempo necesario". Te convences a ti mismo diciéndote que algún día cambiarás, pasarás a la acción y encontrarás a alguien adecuado para ti, pero mientras llega ese día te conmueves leyendo posts como
éste que te llegan al alma. Mientras tanto, vuelves a tu pequeño mundo.
PD: gracias, uno se siente mejor después de desahogarse, aunque no lo parezca.