Hola, amigos y amigas.
Probablemente mi texto siguiente sea uno de los más chorras que hayáis leído nunca. Se trata de una experiencia personal, con la que no quiero aburriros, pero como en otras ocasiones, me gusta compartir éstas mis cosas con mis amigos y amigas del foro de EOL.
Comienzo contándoos que desde los tiempos del Spectrum, (soy viejo ya en esto, voy camino de los 34…) …prácticamente cualquier sistema que ha podido ser usado para Jugar ha pasado por mis manos. Arcades, PC, Amiga, Game and wach, PDA...y por supuesto consolas de Videojuegos.
Prácticamente todas me han hecho disfrutar, algunas las vendí, por comprarme el sistema que iba a salir al mercado, luego me arrepentí y las recompré. Bueno, muchas historias.
Prácticamente todas las consolas...menos NES, Atari Lynx, PC-Engine y sus derivados y...Saturn.
Y tiene guasa, porque siempre he sido un confeso admirador de Sega, creo que Yu Suzuki revolucionó el mercado arcade con Out Run, con Hang-on, con Virtua Fighter, con tantos otros. Me gustaban tanto sus juegos que por derivación o por seguir la serie lógica siempre "tiré" por Sega: Master System, Mega Drive, Mega-CD, 32X, todos, todos, todos los sistemas Sega han pasado por mis manos.
Todos menos Saturn.
He de deciros que por aquel entonces acababa de deshacerme de mi primera Megadrive y de mi primer Mega-CD en pos de hacerme con una…3DO!! Que os puedo asegurar, disfruté terriblemente. Sus primeros juegos me abrieron las puertas a una nueva generación que se presentaba impresionante con unas recién salidas al mercado japonés Playstation y SegaSaturn.
Recuerdo previamente a esto cómo en cuestión de poco tiempo desde un hecho al otro, ver dos recreativas me hizo pensar que el cambio de Megadrive (y sucedáneos) a SegaSaturn iba a ser así: fue el ver, primero Virtua Racing y su posterior conversión a Megadrive (que no estaba nada mal; pensaba que para mí ésto iba a ser el techo lúdico que yo vería en mi vida), y después…la increíble recreativa de Daytona USA. Dios, qué velocidad, ese Sonic esculpido en la piedra del circuito “Easy” y el reflejo de las nubes en los cristales del Hornet se grabaron a fuego en mi mente y me hicieron soñar con esa SegaSaturn que venía en camino.
Tomé la decisión. Vendí mi 3DO y encaminé mis pasos hacia la tienda que DreamGames (Madrid) tenía por aquel entonces (no donde están ahora) en un localillo de Madrid (por Arturo Soria estaba? No recuerdo), con idea de dejarme allí los dineros. No sé cuánto pedían por aquel entonces por la nueva consola de Sega que acababan de importar (luego la importaron Centro Mail y otras tiendas, junto con Playstation). Yo creo que pedían 120.000 pelas (juego no incluído). Quizá la memoria me traicione pero creo que cobraban por juego 15 o 20.000 pelas. Estaba dispuesto a gastarme tal cantidad si merecía la pena.
Qué desilusión ver aquella consola gris, estéticamente no acababa de convencerme, porqué Sega había abandonado el elegante negro que hasta ese momento lucían sus máquinas? …y sobre todo…ver aquél desangelado Virtua Fighter en el que los polígonos que formaban aquellos luchadores que burdamente imitaban a los originales del Arcade…desaparecían ante mis ojos…si no hubiera sido por la música aquello no me habría recordado al Virtua Fighter que había jugado hacía pocos días. Aquel juego no le hacía justicia a la creación de Suzuki, tan sólo era un desatino, una burla.
Era el primer juego de la consola, sí; la prudencia me hizo no tirarme aún a la piscina, y me fui a casa con las manos vacías. Esperé que pasaran los días (que fueron meses) a que la conversión de Daytona USA hiciera su aparición. Y esto ya…me remató. Si la conversión de Virtua Fighter era una burla al original…esto ya era un cachondeo. Por aquel entonces las comparaciones con Playstation ya eran odiosas: Virtua Fighter-Toshinden…Ridge Racer-Daytona…así que tomé la (dolorosa) decisión de “dejar pasar” Saturn. Aunque siempre la miré de reojo, nunca la perdí de vista; ésto también es cierto.
Llegaron Nintendo 64, y después la fantástica Dreamcast. Esto era otra cosa, qué Sonic, éste House of the Dead sí era como el del arcade. Qué Power Stone, y por fin…qué Daytona. Sumad a esto Shenmue, Ikaruga, F355, REZ, Virtua Tennis, Soul Calibur…la Dreamcast se convirtió por méritos propios en mi consola favorita. Y cometí el error de venderla cuando PS2 hizo su aparición. Pero esto ya es otra historia…
…porque al poco me hice con otra Dreamcast, y me convertí en un completista del universo Sega. Compré los juegos que quería tener de los que en su momento me perdí de los sistemas mencionados y los coloqué, junto a los que ya tenía, en mi museo personal del mundo Sega, mi Vitrina de Ikea luce hoy éstas joyas y otras que no mencionaré ahora. Pero dicha vitrina no estaría completa sin una Saturn.
Ésta Saturn fue comprada para la vitrina y para el completismo, no para jugar con ella. Compré algunos juegos, sí; y al verlos me reafirmé en mi antigua posición. “Saturn nunca fue una gran consola”, pensé al ver cosas como Panzer Dragoon o jugar por fin al Daytona USA original.
Hace poco, como sabréis (abrí un hilo para remarcar éste acontecimiento)
http://www.elotrolado.net/showthread.php?s=&threadid=544651
…terminé de manera oficial mi colección con la adquisición, de un Radiant Silvergun impecable (gracias Spoocky) y la semana que viene me llegará ese Guardian Heroes PAL que compré anteayer. Excusa perfecta para jugar esos juegos de Saturn que nunca jugué. No os pasa que en ocasiones…no iniciáis una actividad…escucháis un disco…véis una película que comprasteis y ronda por casa…aunque hayáis podido hacerlo cuando hubiérais querido…hasta que no sentís que había llegado el momento? Pues yo, ésta semana, he sentido que había llegado mi “momento Saturn”.
Enchufé mi consola modificada con palancas Jap/Pal/Usa y 60/50 hz. Me senté y disfruté como ántes no lo había hecho de Astal, de Daytona USA CCE, de Radiant Silvergun, de Virtua Fighter II. Me sorprendí. Olvidé repentinamente mis prejuicios y simplemente me dejé llevar por una sensación perdida, por una jugabilidad olvidada ya, en éstos tiempos de juegos largos e historias épicas. Me dejé llevar por la magia de un juego arcade a la antigua usanza, de ésos que Saturn tan bien maneja. Disfruté como hacía tiempo no lo hacía. Chic@s, existen y seguirán existiendo los Metal Gear, los Shadow of the Colossus, los Kameo…pero ésta semana he disfrutado de mi “momento Saturn” porque me acordé de lo que era jugar a los arcade que amé, porque tuve prejuicios y juzgué sin conocer a una consola que apenas traté, y porque además de que en éstos pocos días me ha hecho su amante, me ha sorprendido por sus buenos modos y maneras y lo bien que me ha tratado. Llevaba tiempo sin usar un Pad tan cómodo e intuitivo, y ver una jugabilidad tan ajustada y pulida en juegos que, a la primera partida, controlabas perfectamente a tu personaje y se hacían divertidos y emocionantes.
Pero es que además he de pedir disculpas a Sega por haberme reído tantas veces públicamente de su Saturn en el aspecto técnico solamente por ver fotos de un juego existente en Saturn y en otro sistema. Hoy por hoy y solamente habiendo jugado algunas horas a mi Saturn he de decir que su poder 2D es impresionante, y que su poder 3D es increíble tan sólo ensombrecidas sus cualidades técnicas por esas malditas tramas simulando ser transparencias, que hoy por hoy para mí es el único detalle gráfico que afea su belleza.
Amigos y amigas, perdonad lo extenso de mi texto pero he intentado mostrar mis emociones de los últimos días recortando en lo justo mi palabrería. Gracias a todos y todas por leerme y dejarme compartir éstos momentos maravillosos con vosotros. Tengo la sensación, sí, de que nunca dejaré de comprar cualquier sistema que salga. Tengo la sensación de que la Dreamcast nunca dejará de ser mi consola favorita.
Y tengo la sensación que la consola que más voy a jugar a partir de ahora será mi querida Saturn, que acabo de descubrir, y que como dice el dicho: “más vale tarde que nunca”.