Los servicios en
streaming Netflix y HBO ofrecen más de una transmisión simultánea en función de la tarifa, una característica que se suele usar para compartir contraseña y cuenta con el objetivo de dividir el precio de la cuota mensual. Desde hoy Disney+ está disponible en Estados Unidos y ha confirmado su lanzamiento en España para el
31 de marzo de 2020, así que la duda es si seguirá o no el ejemplo que sus rivales. La respuesta oficial es sí, pero.
“Por supuesto que hemos pensado en las contraseñas compartidas”, dijo Michael Paull, presidente de Disney Streaming Services, cuando la semana pasada mostró una avance de Disney+ a los medios de Estados Unidos. “[...] Creemos que los clientes verán el valor [del servicio y contenido] y actuarán en consecuencia. Usarán esas cuentas para su familia y su casa. Sin embargo, reconocemos que se comparten contraseñas y es algo que continuará existiendo”.
Disney+ ofrece
cuatro transmisiones de forma simultánea, así que sobre el papel una cuenta puede servir a cuatro personas diferentes, vivan o no bajo el mismo techo. Pero la esperanza de Paull es que los clientes aprecien el valor de todo lo que reciben por 6,99 dólares al mes o 69,99 dólares al año y que cada uno abra su propia cuenta. Por ese precio, Disney+ ofrece acceso a todo su contenido (Disney, Marvel, Pixar, Star Wars y National Geographic) en resolución de hasta 4K, con HDR y opción de descarga.
El catálogo de clásicos y la nostalgia es uno de los grandes atractivos de Disney+ Pero la confianza del directivo con sus clientes no es ciega. Paull reconoce que Disney tiene a su disposición una serie de herramientas para poner en vereda la práctica de compartir contraseña, que según
The Verge se podrían usar en caso de que la cosa se descontrole o frene el crecimiento del servicio. “Hemos creado tecnología situada en el
backend que usaremos para entender el comportamiento”, dice Paull. “Cuando apreciemos que la conducta no tiene sentido, tenemos mecanismos para solucionarlo”.
Por ejemplo, Disney sabe qué dispositivos se usan para acceder al servicio y si la lista de hardware es inusualmente larga en una sola cuenta, se podría activar una alerta. Asimismo, puede acotar la localización del cliente en función del servidor que se le asigna (entre otros métodos). Disney tiene las herramientas para impedir la práctica de compartir contraseña, pero también sabe que el suyo es un servicio familiar y no quiere imponer restricciones que puedan llegar a ser molestas.
La situación en HBO y Netflix es la misma, por ahora. Ambas compañías reconocen que sus clientes comparten cuenta y contraseña e incluso desde Netflix se ha llegado hacer bandera de ello en el pasado. Sin embargo, cada vez son más las
voces que hablan de posibles medidas para dificultar esta costumbre y que podrían incluir cambios obligatorios de contraseña o sistemas de autenticación de doble factor.
Fuente: The Verge