Desde que el experimento
Twitch Plays Pokemon sorprendió a todos al conseguir completar diez títulos de la saga de Game Freak controlando cada juego mediante las órdenes que los espectadores envían a través del chat a la retransmisión, otros proyectos similares han ido apareciendo en la plataforma, tratando de extrapolar el éxito del original a géneros más complicados como los de Street Fighter II, el primer Halo o precisamente la semana pasada,
Metal Gear Ghost Babel.
Los desarrolladores de Studio Bean vieron las posibilidades de este sorprendente sistema de control y plantearon una evolución de la idea: un juego manejado de forma tradicional por el
streamer, cuyo desarrollo se vería afectado de forma directa por los espectadores. De esta forma, la naturaleza de las armas, recompensas, poderes o enemigos del personaje entre muchas otras variables se irían sometiendo a una votación en tiempo real, garantizando junto al diseño procedural de los niveles una partida totalmente diferente en cada ocasión.
El tráiler de presentación Con el concepto inicial esbozado, pusieron en marcha una
campaña de microfinanciación completada, a pesar de su relativamente pobre acogida, gracias a la participación de Twitch, que igualó las contribuciones individuales. El
resultado ha salido finalmente a la venta hoy a través de las tiendas
Humble y
Steam, y al mismo tiempo se ha puesto en marcha un concurso para este fin de semana que premiará a cuatro jugadores que cumplan ciertas condiciones.
Condiciones y recompensas (¿un "juego personal"?) Aunque el juego, con un desarrollo relativamente simple con elementos plataformeros 2D,
hack & slash y
roguelike, cuenta con un modo
offline, sus probabilidades de éxito pasan sobre todo por la aceptación que reciba de la comunidad de
streamers y sus espectadores, que determinarán si la experiencia final va más allá de la curiosidad inicial. Es posible que, dada la popularidad continuada del fenómeno "let's play" y con la creciente implicación de gigantes como
Amazon,
Steam o
Google, pronto contemos con todo un género basado en esta forma de interacción.