Olvidaos de intentar mangar con un imán si alguien staba relamiéndose... No os imaginais la potencia que hace falta en un imán para poder abrir las cajas de alarme. Tan fuert que normalmente acaba arrancando las piezas metálicas de las alarmas de cuajo, y como no tengamos un alicate a mano para quitarlas la piezitas del imán, nos espera un buen día.