Hemos quedado a tomar café. En fin, una vezs más, una chica más. Otro café. Terminará como siempre. ¿O Sí?. Ella llega, se sienta. Está hermosa. No sé si lo es, pero lo está. Siempre están tan hermosas antes de mandarme a la mierda. Empecé a andar la calle a los 17 años, quizá fue muy pronto cuando fue demasiado tarde. Qué demonios. "Invito, yo insisto". No pone mala cara, Se conforma o le gusta. Hemos quedado a tomar café. Se me olvidó decirle que también a hablar. Al final consigo sacar un tema de conversación. Nada importante, más bien trivial. La mejor parte llega al mismo tiempo que el segundo café. El camarero debe de reírse de mí. "¿Porqué quedaré siempre con todas aquí?".
Parece que esta es diferente. No sé, tan diferente como todas, y como ninguna. Me parece que me lanzaré ahí donde se juntan sus manos. Se enciende un cigarrillo...y sí, parece que...no.
No ha habido suerte. Desvío la mirada, y creo que esta vez no me lanzaré hasta conocerla mejor, pero, ¿Porqué creo conocerla de toda la vida?. No, no creo que sea por eso. Bien, ahora se va al baño. "Otros dos cafés, por favor", "Enseguida".
Me llaman al móvil. lo cojo.
-No me conoces
-No, la verdad es que no. ¿Quién eres?
-Lanzate
-¿Qué?
-Lánzate, no seas tonto. Un poco de valor
-Perdona, pero...
Han colgado. ¿Quién demonios?. Ella vuelve y se sienta, mete su móvil en el bolso. ¿Ha ido al baño o a llamar a su novio?. Pues me da igual, la chica del teléfono me dijo que me lanzara...
Y me lanzo. Ni siquiera espero a que se junten sus manos. Ella me retiene el beso, como asegurándose de algo, como quieriéndo comprobar si me tiro un farol, y me lo devuelve. En fin.
Otro café, y la misma historia de siempre, mismo sitio, misma hora, pero por primera vez en mi vida, misma chica. Está tan hermosa, no sé si lo es, en realidad, me da igual, pero está tan hermosa...