En cambio, el del Setsugen, aun siendo de la misma compañía, fue bastante más “laborioso” (por decirlo de alguna manera). Siguiendo las instrucciones (muy escasas, por cierto) se dieron los siguientes problemas:
- El pegamento de los disipadores de la memoria es lamentable. Este punto lo solucioné comprando una cinta adhesiva por ambas caras y que además es termoconductora. Primero punto negativo.
- No vienen disipadores para los VRMs (Módulo regulador de voltaje). Sin disipadores en los VRMs estos se calientan hasta puntos insospechables (+115ºC y seguía aumentando). Con un poco de paciencia consegui poner algunos de los disipadores que venían con el Setsugen. La cosa mejoró pero seguían calentándose demasiado (+100ºC y seguia aumentando lentamente). Después de googlear un rato encontré con una solución que parecía que podría llegar a ser la definitiva: usar el backplate de serie de la tarjeta con el nuevo disipador. Lo monté y tal como había leído, la temperatura en reposo bajó entorno a los 20ºC y los VRMs no pasan de 90ºC (algun pico de 91ºC, pero se mantienen entre 88ºC y 90ºC) siempre teniendo la velocidad del ventilador al mínimo. Segundo punto negativo.
- Finalmente, pero no por ello más importante… El peso del disipador. Yo cuando lo cogí por primera vez no me dio la impresión de pesar mucho (pesa menos que el de serie), sin embargo, la tarjeta cuando la inserté en el PC se doblaba. No me daba la impresión que se pudiera partir, pero no me gustó ni un pelo. Esto se solucionó instalando el backplate ya que al ser del tamaño de toda la tarjeta la mantiene rígida. Otro punto negativo que tendrían que tener en cuenta.
Otro punto que no me hizo mucha gracia, pero que tampoco lo vi como demasiado molesto, fue que el disipador “bailaba” ligeramente. La solución para esto fue usar unas gomas que se suelen usar en los tornillos para sujetar los discos duros y así suavizar un poco el ruido de estos. Ya daré más detalles de esto un dia de estos