El término de eficiencia de una fuente de alimentación se refiere precisamente a eso, al grado de eficiencia de la circuitería de dicha fuente para entregar una tensión y corrientes constantes a su salida. Esto es, que si una fuente con una eficiencia del 80% está consumiendo 500W de la red eléctrica de nuestra casa, a la salida obtendremos como máximo 400W, ya que el resto se pierde a través de la circuitería de la fuente en forma de calor. Otro ejemplo es, si una fuente con una eficiencia del 75% ha de entregarnos 600W a su salida, para poder hacerlo necesitará consumir 800W, ya que el resto se perderá en forma de calor. Es por esto que siempre es recomendable gastar un poco más en la fuente de alimentación, ya que por muy resistente que sea nuestra vieja fuente ATX, si consume el doble de lo que genera al final esto se nota en la factura de la luz.
Dicho esto, si se me permite, añado unas cuantas líneas sobre el factor de potencia...
Al principio, las fuentes de alimentación eran simples fuentes conmutadas, sin ningún tipo de eficiencia como tal (solían estar en torno al 40-50%, y dependiendo siempre del nivel de trabajo al que estuvieran). Para reducir el factor de potencia que te ha explicado
cipoteloth, lo que hacían era añadir unos condensadores a la entrada para reducir dicho factor de potencia, ya que la potencia en vatios de un equipo en alterna se obtiene multiplicando la tensión (220V), por la corriente consumida (Amperios) por el coseno de Phi, que es la diferencia de fase entre la tensión y la corriente consumidas por el equipo en cuestión (este valor, si no se especifica, se suele tomar como 0,8, ya que sólo puede estar en torno a 1 como máximo). El problema de este sistema es que introduce muchos parásitos en la red eléctrica. En vista de esto, las fuentes de alimentación baratas, para cumplir con las normas de cada país en cuanto a calidad eléctrica, incluyen lo que se denomina PFC PASIVO, (Power Factor Corrector), el cual sustituye los condensadores antes nombrados por circuitos más complejos que incluyen inductores (el típico "donut" de ferrita con hilo de cobre alrededor que seguro habrás visto en alguna placa base). El problema de estos circuitos es que normalmente están calculados para una potencia fija, por lo que cuando la potencia que han de entregar no es la que se ha utilizado para calcular dichos componentes, su eficiencia disminuye radicalmente. De ahí que las fuentes baratas no suelan pasar de una eficiencia del 60% en el mejor de los casos...
En el caso de las fuentes con PFC activo, se utilizan circuitos aún más complejos para compensar este factor de potencia, los cuales actúan como "grifos" en función de las necesidades de potencia de cada momento. De este modo, una fuente de alimentación que esté marcada con una eficiencia 80+, significará que su eficiencia será como mínimo del 80%, aunque esta puede variar en función de la carga que haya de soportar. Esto es, puede tener una eficiencia del 90% al 50% de potencia a la salida, y una eficiencia del 82% al 100%.
En fin, perdón por el "ladrillo", pero es lo que tiene esto del aburrimiento estival...