Ante todo, no confundamos garantía con seguro.
Una garantía se aplica a cualquier producto comprado y que haya fallado por un defecto de fabricación. Ya sea la garantía estipulada por ley para un producto nuevo (2 años en la UE) o la "garantía extendida" que quieren vender algunos vendedores. Esto sólo se aplica si, pese el usuario haber seguido todos los principios e indicaciones establecidas por el fabricante, el producto falla y deja de funcionar como debería. Es muy importante entender esto, pues obviamente, si tiramos el móvil al suelo y se parte la pantalla, o, como es el caso, tiramos encima del ordenador el colacao y deja de funcionar correctamente, son ejemplos de casos que no van a estar cubiertos por una garantía.
Un seguro, sin embargo, lo que nos permite es "proteger" nuestro objeto contra una rotura, sea cual sea el origen; tanto si es por un defecto de fabricación, como si es por una negligencia nuestra (tirar el colacao), o una causa ajena (una tormenta con subida de tensión y se quema el aparato). Ahora bien, la compañía de seguros puede imponer qué cubre y qué no; tal vez puede cubrirnos la subida de tensión pero no la negligencia, o incluso cubrirnos una caída del aparato sea cual sea el origen, pero no así un daño por líquido. Por eso es MUY IMPORTANTE leer la póliza y saber qué nos cubre y qué no. Tal vez estemos pagando un seguro que no nos cubre como debería o como qusieramos.
Dicho lo cual, ¿Tu seguro cubre el colacao en el portátil? Pues nadie de aquí lo sabemos realmente. Hay que coger la póliza, leerla y comprobarlo, o hablarlo con un representante de la aseguradora y que ellos mismos nos lo aclaren. De no ser así y resulta que no nos lo cubre, entra la famosa pregunta "¿Y si tengo que pagar yo la reparación de que me sirve el seguro?". Pues efectivamente tendrás que replantearte si merece la pena pagar un seguro, o al menos ese seguro.
PD: Respecto a estos asuntos ha habido ríos de tinta. Voy a comentar un caso reciente.
Hace tiempo que las compañías de seguros vendían seguros de robo de móviles. Bien, pues resulta que un robo es una substracción del móvil con violencia, pero si nos quitan el móvil por la calle resulta que no es un robo es un hurto, que es lo mismo pero sin violencia. Nótese la diferencia. Y como el hurto no está contemplado en la póliza... ¡Ah!, te quedas sin móvil y el seguro no te lo cubre después de haber pagado un dineral por el seguro.
Moraleja: Leed las pólizas y contratos.