Las Intel no suelen tener mucho problema. Aun con drivers desactualizados o que no den soporte oficial para esa versión de Windows, funcionan bien en Windows 10. Como tampoco son gráficas de alto rendimiento, si el driver funciona bien en Windows es muy probable que funcione bien en todo lo que se le pida. Si habláramos de una gráfica AMD (ATI) o nVidia, otro gallo cantaría. Estas últimas si que son un auténtico quebradero de cabeza si no tienen soporte oficial.
Todo es cuestión de probar y ver cómo se comporta esa gráfica con esos drivers en Windows 10.