Normalmente, los equipos grandes tienen unos convenios con equipos asociados, normalmente de categoria inferior, con lo cual ellos ya les avisan si hay algún chaval que despunta, o bien los ojeadores los buscan. Claro que eso no pasa siempre, por ejemplo con Cesc Fábregas, que jugaba en el Mataró, tenian la orden de dejarlo en el banquillo si veian algún ojeador del Barça.
Además, cuando un chaval despunta se ve a un kilómetro.