Hace un millón de años vi un documental en el que se hablaba de que los colores que vemos a nuestro alrededor influyen en nuestro comportamiento. Hablo de memoria, así que algún detalle se me puede pasar, pero en esencia era algo así. Hacían una prueba con deportistas y los que estaban rodeados de azul tenían mejores resultados que a los que se les ponía rosa. Podríamos sacar la conclusión de que si a un varoncito le pones todo de rosa se amaricona. Quizás venga de ahí.
Pero es un rollo, porque luego vistes a una bebita de azul y todo el mundo cree que es un niño.
Ojalá no existiera esa costumbre y los bebés se vistieran de muchos colores.