Al final la leyenda urbana fue cierta, algo de lo que dieron fe los cartuchos de ET desenterrados por el equipo de Microsoft que, como sabemos, se encontraban en su mayoría en un estado bastante bueno.
En total se consiguieron recuperar unos 1.300 cartuchos de un total de 700.000 que, en teoría, habrían sido enterradas hace 30 años. Tras su descubrimiento y desentierro seguro que más de uno se preguntó qué destino tendrían los cartuchos, una incógnita que ya tiene respuesta.
De las 1.300 unidades encontradas
unos 700 se pondrán a la venta como “objeto de coleccionista”, acompañados de una certificación que evitará conflictos con los cartuchos existentes que no hayan pasado varias décadas bajo tierra.
El responsable de la restauración de los cartuchos será el Ayuntamiento de Álamo Gordo, con la colaboración del Museo Espacial de Nuevo México, desde donde han confirmado que todo lo recaudado se destinará a convertir el lugar de excavación en un lugar de interés turístico.
También se entregaron 100 cartuchos a Lightbox y Fuel Entertainment, responsables del documental, mientras que las restantes unidades hasta completar las 1.300 imaginamos que podrían ser desechadas por mal estado.
Es evidente que a pesar de que el juego en sí es, probablemente, el peor de la historia de los videojuegos el valor de estos