Tengo 31 años. Gracias a Dios, mi padre ya de joven se gastaba muchos sueldos en Spectrum, Amstram, Commodore y como no, un 8086 PC desde que los compatibles fueron accesibles al usuario medio, por lo que cuando yo cobré consciencia ya existían ordenadores y videojuegos en mi casa. De hecho los primeros recuerdos videojueguiles que tengo son teniendo cuatro años (1986) viciando a dos clasicotes del MS-DOS; "The Ancient Art of War" y el "Ace of Aces";
Siendo un sim de vuelo y uno de estrategia por turnos, como que me tuve que poner las pilas desde pequeñito
La verdad que la edad me ha dado sensaciones encontradas respecto a los videojuegos. Por un lado me satura haber jugado a tantos títulos en el aspecto que nada de lo que sale me dá satisfacciones ni sorpresas, siempre tengo esa sensación de haber jugado a algo parecido o al menos de no sorprenderme tanto como antaño. Como ejemplo poner que lo que más me gustó de todo lo que jugué en 2012 fué el "Hotline Miami", un buen juego indie con mucho menos bombo y platillo que muchos de los triples A que colman el mercado.
Acordaos por ejemplo la primera vez que jugasteis al Zelda 64 o al Monkey Island, sensaciones irrepetibles. Aún hoy regugándolos en versiones remake o la versión de Zelda de 3DS, se pueden disfrutar, pero ya no dan esa sensación de "mariposas en el estómago" que dieron la primera vez que los vimos. Yo lo relaciono con el mismo desarrollo humano, tengo una hija de apenas 1 año y cuando la veo por ejemplo, con los ojos como platos, observando fijamente una paloma por la calle, o una bolsa de supermercado flotando me identifico a mi mismo en el terreno videojueguil. Llega un momento con la edad que te saturas y la capacidad de sorpresa es cero.
Por otro lado, creo nos aumenta la capacidad que tenemos los mayores de poder disfrutar algo de manera tranquila y sosegada como si cataramos un buen vino. Por ejemplo, estos dias ando jugando al Rising Storm y al RO2 y estoy disfrutándolo como un enano, y ni me preocupo por instalar o probar otras joyas actuales más "comerciales" como el Bioshock Infinite o el Metro Last Light. Cada cosa a su debido tiempo.
Algo que me hace sonreír de satisfacción es el saber que más o menos he vivido en primera persona toda la historia del videojuego doméstico desde sus inicios, pasando por los compatibles y casi todas las consolas, y me imagino cuando la edad este sentimiento se irá acrecentando.
A los más viejunos os propongo un ejercicio, por un momento, volad hacia el futuro e imaginaros en una residencia de ancianos, recibiendo la visita de vuestro nieto el dia de navidad, el cual se encuentra jugando en su Samsung PSP Vita 9, la cual reproduce una copia del "Assasin Creed 14", y que ese niño feliz y sorprendido os cuente lo impresionante, divertido e inmersivo que es su nuevo juego que le han dejado por navidad. Y que vosotros, henchidos de orgullo podáis acariciarle la cabeza y decirle "Yo... he visto cosas que no creerías: a los Kilrathi atacar naves en llamas más allá del sector Gemini. He visto trasgos del Clan del Escalofrío morir en la oscuridad cerca de la Puerta de Baldur. Todos esos momentos se perderán... en el tiempo... como lágrimas en la lluvia. Es hora de morir".