En junio de 2011 Manuel Vázquez, el entonces jefe de la Brigada de Investigación Tecnológica y hasta hace poco máximo responsable de la UDEF,
posaba sonriente con una máscara de Guy Fawkes. El motivo no era otro que la detención de la supuesta “cúpula de la organización
hacktivista Anonymous en España”, que se sentará en el banquillo el próximo 18 de mayo.
Los tres inculpados son Yuri David López, José María Zaragoza y Rodrigo Tuero, acusados de tumbar en 2011 con ataques de denegación de servicio (DDoS) la página web de la Junta Electoral Central (JEC) y el Congreso, causar daños informáticos y pertenecer a una organización criminal. La Fiscalía sostiene todos los cargos y pide cinco años de cárcel pero la defensa habla de "chapuza policial".
Según el sumario judicial al que ha tenido acceso
El Confidencial, la acusación afirma que “el ataque afectó de forma importante al normal funcionamiento de los servicios de correo electrónico y a la web de la JEC”. El ataque DDoS se combinó con un bombardeo de correos electrónicos causando que durante dos días la web quedará inaccesible. Un perjuicio económico de 700 euros.
La defensa pedirá la nulidad al considerar que no hay pruebas inculpatorias y por existir "errores flagrantes" durante la investigación. En palabras de Carlos Sánchez-Almeida, abogado de Yuri David López: "La policía no precintó los ordenadores que requisó, se rompió la cadena de custodia. Tampoco revisó el servidor de la JEC para saber qué ocurrió. La única forma de saber por qué se cae un sistema es analizando el servidor, y eso no se hizo”.
Además de los ataques DDoS, otro de los pilares en los que se basa la acusación es en afirmar que los tres jóvenes forman parte de Anonymous, algo que David Maeztu, abogado del acusado Rodrigo Tuero, encuentra "erróneo y surrealista". Sánchez-Almeida va más allá y lo relaciona con el contexto político en el que estábamos, “en pleno 15-M, con miles de personas protestando en las plazas, con un Gobierno nervioso y unas elecciones a la vuelta de la esquina. Se intentaba criminalizar a Anonymous y relacionarlo con el movimiento 15-M”.