Conseguir un proposito
Su cara chocó contra el suelo, en tan sólo unos segundos su cuerpo dejó de latir.
María, tranquila, etérea, yacía al lado de su asesino.
Unas horas antes, María, buscaba una salida a una vida que nunca eligió, desesperada hurgaba en la cocina buscando algo que pudiera acabar con su desesperación.
La cocina quedó devastada, allí no había nada que pudiera ayudarla, su madre debía haber escondido todo aquello que pudiese herirla.
María se asomó por la ventana, demasiado bajo como para poder ayudarla, se dijo.
En un momento de triste lucidez recordó a su padre, recordó su cortaúñas, lo buscó ansiosamente, cuando por fin dio con él, se le mostró bello, como un príncipe que venía a salvarla de esa vida en la que se veía presa. Tras pasarse un buen rato pensando de qué manera debía usar ese objeto en su cuerpo, encontró la salida, la traspasó lo más rápido que pudo, sin mirar atrás. Había conseguido su propósito, era la primera vez en la vida que conseguía lo que deseaba.
Un abrigochi[bye]