El album fotográfico: Foto 03

Pobre niña
Ven conmigo
Pobre niña
Yo te salvaré

Pobre niña
Yo te comprendo
Pobre niña
Cuando nadie te ve

Pobre niña
Pequeña, invisible, casi inperceptible
Pobre niña
Yo si que te veo

Pobre niña
Que no se te olvide
Pobre niña
Que yo te salvaré

Pobre niña
Ven conmigo
Pobre niña
Y salvame tu a mi

Salvame de mi indiferencia
Pobre de mi
Salvame de mi incomprension
Pobre de mi

Que aun no entiendo
Pobre de mi
Lo que significa vivir
Pobre de mi
Entre musarañas


-Lo peor no son los insectos, son peores las sombras;
se esconden y afilan sus formas de lengua en los ojos de Sara.
-¿Qué buscan las sombras?
-Lágrimas,
son el alimento,
absorben el néctar oculto mientras ella duerme. Golosas.
-¿Con qué sueña Sara?
-Sueña con barcos vikingos, con restos de perros
de niños deshechos
por caminos muertos
que marcan el rumbo del hogar flotante varado en el puerto.
-¿Qué sonido es ese?
-Sólo el eco de una voz pasada; no hay miedo.
-Parece que tiembla, ¿qué siente ahora Sara?
-Deseo,
manos en su carne, manos en su sexo, mira, sus pechos rebosan
plagas de langostas
y otro tipos de insectos comunes.
-Mejor la despierto.
-No.
Son inofensivos.
Dejemos que sueñe con ellos.
Odio a mi jefe. Odio mi nuevo trabajo. Odio que me obliguen. Odio que las uñas se me queden enganchadas en las cortinas. Odio usar guantes. Quizás si usara otro esmalte ...
Tengo fobias. Y pesadillas. Que seré yo sin mis uñas estilizando mi feminismo, mi arma felina dejando la huella en espaldas de amados. Los polvos no serán lo mismo, lo salvaje será tímido y rezumado, el rascarme será un suplicio y no un placer.
Definitivamente no. Odio que me obliguen a cortarme las uñas. Antes me prostituyo. No sé ni para qué compre este artilugio.
Sola,
junto al agua,
yace muerta.

Con los ojos abiertos,
anquilosados
tras el parapeto
de la memoria,
lucha por no dejar escapar
todo lo que pudo haber sido
y no fue.

Solo,
yo te observo,
tan fría y hermosa,
como el rocío
que me da la vida,
como el alma
que rehusa mi rostro
y pregona
su insignificancia.

Sola,
en el centro del universo,
yace muerta.

Y la Tierra absorbe
el pozo de sabiduría
que emana su cuerpo.

Tu esencia forma parte del lago,

bello e impío,

pero estancado
en el hastío
de una quietud impuesta.
Conseguir un proposito

Su cara chocó contra el suelo, en tan sólo unos segundos su cuerpo dejó de latir.
María, tranquila, etérea, yacía al lado de su asesino.

Unas horas antes, María, buscaba una salida a una vida que nunca eligió, desesperada hurgaba en la cocina buscando algo que pudiera acabar con su desesperación.
La cocina quedó devastada, allí no había nada que pudiera ayudarla, su madre debía haber escondido todo aquello que pudiese herirla.
María se asomó por la ventana, demasiado bajo como para poder ayudarla, se dijo.
En un momento de triste lucidez recordó a su padre, recordó su cortaúñas, lo buscó ansiosamente, cuando por fin dio con él, se le mostró bello, como un príncipe que venía a salvarla de esa vida en la que se veía presa. Tras pasarse un buen rato pensando de qué manera debía usar ese objeto en su cuerpo, encontró la salida, la traspasó lo más rápido que pudo, sin mirar atrás. Había conseguido su propósito, era la primera vez en la vida que conseguía lo que deseaba.


Un abrigochi[bye]
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