Premonición de cangrena
Escogí este lugar. Y tomo el sol tirada sobre las aristas, aquí, en lo seco del barranco y ella, arriba, lejos -en el patio de la casa con su vestido sintético habla- con mi marido, mi hombre, mi dueño, y le embelesa con su sucia lengua blanca como las manos de un poeta. No, les he dicho, me importa ir sola a la playa -no- pero bajaré sin sombrilla. Tampoco cogí el bañador. El sol hace que la piedra queme, huele a cangrena, puede que sea mi sangre estancada, detenida, pausa, la posición forzada, mi cabello, negro, ondulado, tapando la piedra sucia de sangre. Para que -cuando me encuentren- ella con su vestido sintético y su laca de uñas, él, a su lado, arriba, lejos, el auto descapotable detrás, sientan vergüenza al verme tomar el sol desnuda.
*gracias a a a a a a a nayk por su atenta lectura y corrección.