El álbum fotográfico: foto 8

Y encogido en la esquina del vagón
recorro miles de kilómetros,
chuca-chuca, el tren,
por las praderas secas del verano,
chuca-chuca-piiiii, veloz
bajo las nubes de la tarde.
Visito a Lupita, allá, tras la reja.
Hablamos de amor en verbo futuro:
-Sólo una vez en la vida para el tren en tu puerta.
-Le digo que yo no me llamo Lupita, tome su sopa y lárguese de aquí.
Eso responde,
y ya no la oigo porque me encaramo
al convoy de un salto.
Con la sopa tibia.
Ahora conduciré hasta los lagos del sur para después ascender hacia los picos de las montañas nevadas de California.
Quizá, mañana, regrese a por Lupita.
-Que mierda decís

-Te lo digo en serio, Marcelo. Lo vieron anoche

-Joder. ¿Y vos no podías guardarte la mierda para después del funeral?- El más alto de los dos hombres sacó una pitillera plateada- Si es que en este puto país nadie sabe un carajo de como tienen que ir las cosas...¿Querés un pucho?

-No gracias no fumo- Dijo el chico

-¿Decís?

-Que no fumo, Marcelo.

-No te enojes, ¿Vale?. Yo no soy culpable de que tu vida no valga dos pesos

El chico no dijo nada, pero bajó la cabeza.

-¿Y donde se supone que está?

-En el vagón abandonado. Dos cuadras más al sur de la planta de tu viejo

-¿No querrán meter al viejo en esto?

-¡No gay! ¿Como pensas?

-Yo que sé. Te digo que aquí todo va de mierda...

-¿Y bien?

-Dile que voy. Que me espere de noche. Primero tendré que ir a ver qué pasó con el cuerpo. ¿Seguro que sigue en el tren?

-Sí

-Bien, pues vuelve a tu casa y olvidate de esta mierda...

-Vale

-Lo digo en serio, joder

-¡Que ya entendí!

El chico se largó bajando la colina. Y allí quedo el Comisario Marcelo, "el hacha" como lo llamaban los gallegos, solo, de pie, dando la última calada, antes de ir a investigar la escena de un crimen que él mismo ordenó perpetrar.
Como vagón de tren...
descarrilado,
con el odio
tatuado.

Como tarde de abril
y mil recuerdos
jugando alrededor
del vagón
abandonado...
me siento.

Y adornando
la imagen
del vagón
descarrilado
el sol gime
últimos rayos
y decolora las obras
de talentos malgastados.

Cuanta vida tienes.

Siempre a la cola.

Como vagón de tren...
abandonado
descarrilo tus sentidos.
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