Los científicos de la Universidad de Southampton (Inglaterra) han dado un
gran paso adelante en el desarrollo de un nuevo sistema de almacenamiento de datos digital, capaz de archivar hasta 370 TB en un disco de cuarzo que puede perdurar durante millones de años. Para lograrlo han usado cristal nanoestructurado y un proceso de grabación y recuperación en cinco dimensiones con un láser de femtosegundo (milbillonésima parte de un segundo).
El almacenamiento cuenta con propiedades hasta ahora no vistas, incluyendo una capacidad de 360 TB por disco, estabilidad térmica de hasta 1.000 grados celsius y una teórica vida útil en temperatura ambiente prácticamente ilimitada (13.800 millones de años a 190 grados celsius). El sistema también ha sido descrito como una forma de almacenamiento estable y segura, que podría ser de utilidad para organizaciones con grandes archivos como bibliotecas.
Los documentos son grabados con un láser ultrarrápido, produciendo pulsos de luz extremadamente cortos e intensos, que escriben en tres capas de puntos nanoestructurados separados por cinco micrómetros (una milésima parte de un metro). Las nanoestructuras autoensambladas cambian los recorridos con los que la luz pasa a través del cristal, modificando la polarización de la luz que puede ser leída por la combinación de un microscopio óptico y un polarizador.
Los datos se graban a través de nanoestructuras autoensambladas creados en cuarzo fundido. La codificación de la información se realiza en cinco dimensiones: el tamaño y orientación, además de la posición tridimensional de estas nanoestructuras.
Por el momento los únicos textos guardados con esta tecnología han sido los principales documentos de la historia humana, como la Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH), la Óptica de Newton o la Carta Magna británica. Ahora el equipo está buscando socios para desarrollar y comercializar la tecnología.