Hola de nuevo.
Éste está escrito un día después de "Querer es". Es otro tipo de relación respecto a la primera pareja. Si no os importa prefiero hacer introducciones, al menos a mí me gustaría que el autor dejara cuatro rasgos sobre el texto, o qué le inspiró a escribirlo. A veces escribo de una manera demasiado personal y mis mensajes o dobles intenciones pasan inadvertidos. Éste tiene una sopresa final. No hay acotaciones. Y Hasta el segundo folio parece que hable la misma persona... Pero luego ya se ve que no.
Pues nada, espero que alguien lo lea, porque veo que la gente acostumbra a escribir cosas de unas 20 líneas y, yo también lo hacía, es un lujo poder transmitir emociones en tan poco espacio, pero ahora requiero de más profundidad.
Lo subo en doc por si alguien lo quiere leer o imprimir o simplemente no quiere pasarse 5 minutos leyéndolo por aquí.
El amor es
-No puedo imaginar mi vida sin ti.
-Ahh...qué feliz me hace oír esto.
-A mí poder decirlo, cariño.
-Es genial...
-Si lo es, espero que...
-...no termine
-...no termine – al unísono.
-Para ser sinceros ambos sabemos que lo hará.
-Sí, pero no pienses en eso ahora.
-No lo hago, intento no hacerlo.
-Ays, estamos bien, todo saldrá bien, nos tenemos...
-Es algo abstracto, eso de tenerse. No me compares con un cromo...
-De ser un cromo te tendría en la estantería de la fama.
-Pero no lo soy.
-Por eso no te tengo en ningún salón.
-¿No? Vaya...
-Me alegro de que no seas un cromo.
-Yo también, "ja ja".
-Me alegro de que estés vivo y tengas...
-¿Tenga...?
-...Vida.
-Tampoco es muy cierto esto de que tenga vida. Me la han alquilado y aún no sé cuándo tengo que devolverla.
-Esperemos que nunca, o que sea muy tarde.
-Sí, esperémoslo.
-Y que no tengas que rebobinarla al devolverla.
-¿Uh...?
-Me gustaría mantener en pause el momento final donde nos abrazamos.
-...(suspiro)
-¿Crees que soy demasiado cursi?
-No, claro que no. Me gusta eso que dices. Es original y me hace poner idiota.
-Eso es bueno, ¿verdad?
-Ahá.
-Es que hay otro motivo por el que me alegro de que no seas un cromo.
-Dímelo.
-Pues... es... porque tú y sólo tú tienes la llave que...
-¿...Abre el cofre del tesoro?
-¡No seas burro!
-No te enfades tontita -dice en voz burlona.
-Sólo tú tienes la llave que abre mi corazón -suelta a toda prisa en tono nervioso.
-As you do...
-¿Qué? No me hables siempre en inglés.
-Que tu también tienes la mía...
-Lo sé, lo sé...
-Hey, no vayas tanto de creída. A ver si alguien cambia la cerradura.
-No creo que vayas a ser tan inconsciente.
-¿Por...?
-Porque luego no podrías entrar dentro, claro está.
-Mmm, estoy seguro de que dejarías una copia debajo la alfombra.
-Posiblemente... Pero tu tampoco te lo creas tanto. No te vayas a quedar fuera.
-Mala...
-¿Yo?
-Sí... ¡malvada!
-Nooo...
-¡Maligna...!
-¡Halaaaa!
-¡Borde!
-¡Hey!
-Mi borde... -dice en un tono muy suave, aterciopelado.
-No quiero ser quisquillosa pero, si a ti no te pertenece ni el tiempo y al no ser un cromo no eres de mi propiedad, dudo mucho que yo si pueda serlo.
-Ehm... Bueno, hay que ser flexible en ésta vida.
-¿No lo soy bastante?
-Pues, ¿debo pensar mal?
-¡No!
-Ok, ok... Pues no, ahora no lo estás siendo mucho.
-¿Ah no?
-Nop
-Vaya, pues tendré que ponerme las mallas...
-Shhh... no digas eso.
-¿Cómo que no? Digo lo que me plazca.
-No me hagas poner malo, ahora no...
-Boh, ¡hombres!Hoy sí, mañana también, pero al rato no. No hay quién os entienda, y luego decís de nosotras...
-Será que yo soy más propenso que tú a...
-Ya me callo si quieres, tú te lo pierdes...
-Entiéndeme. Prefiero decir no aunque luego me arrepienta a que luego me dejes...
-¡Lo sabía! Siempre con lo mismo.
-... a medias.
-¿Y si no te dejo...?
-Siempre lo haces.
-Cierto -"ja ja". ¿Qué mala soy eh?
-No lo sabes tú bien...
-Todo tendrá su recompensa. Algun día.
-Algun día...
-Además, empezaste tú con la llave del cofre y todo eso.
-Sí, es que no puedo evitarlo, ya lo sabes.
-Lo sé, lo sé. Una que es irresistible.
-Ya será menos.
-Lo sé, lo sé, una que es un cardo.
-Ya será más...
-Lo sé, lo sé, una que...me tiene loquito.
-La has salvado, por esta vez.
-Por esta vez...
-Oye
-¿Si?
-¿Habría algo que te diera más miedo que quedarte fuera?
-¿Ahora mismo?
-Sí.
-Pues, supongo que no...
-Ok. ¿Y en algún otro momento del día?
-Vaya preguntitas. Supongo que sí tengo miedo a algo que es bastante paradójico...
-... (silencio)
-Es algo así como rechazar lo que la espécie humana lleva buscando durante siglos, milenios, millones de años...
-Cuéntame... ese... gran secreto.
-A ver, no es un secreto, pero, es algo racional.
-Hala, ¿pero tu piensas?
-Boh, pues ya no te lo digo.
-Jo, va, suéltalo.
-A ver, los humanos en teoría buscamos 5 cosas primordiales de las cuales no hemos encontrado respuesta aún.
-¿5? qué poco... - dice en tono irónico.
-Una sería el conocimiento, del universo, del cosmos, de si Dios existe realmente... y de muchas otras tantas cosas.
-Sí, como si los hombres sabéis...
-¿Sabemos?
-Bah, mejor me callo.
-¿Si sabemos interrumpir como las mujeres?
-Capullo.
-La segunda sería la riqueza, ¿Quién no quiere ser rico? Pues habrá muy poca gente. La gran mayoría ignorante mataría por dinero, por mucho dinero, todo hay que decirlo.
-Sí, es una pena... Si me dijeran, "mata a tu amante". ¿Lo haría? No lo sé. Supongo que me lo pensaría mucho... y al final... llegaría a la conclusión de que para qué querría ser inmensamente rica si no lo podría compartir con la persona que quiero.
-Seguramente tendrías más personas con quienes compartirlo.
-Seguramente, o no. Quién sabe...
-De no tenerlas, seguro que las conocerías, encontrarías, o serían ellas las que te encontrarían a ti.
-Qué superficial... Va, ya callo, lo siento.
-Nada... Pues, la riqueza también tiene un doble hilo. Como todo, queremos lo que no podemos tener. Tener en abundancia hace aborrecer...
-Mmm... tú me quieres y me puedes tener.
-Claro que sí, pero no le busques a lo que digo, son teorías.
-Vale, pero, si te digo que no me puedes tener, ¿me vas a desear más? Estaría bien, ¿eh? Te falta energía.
-Ña ña ña... mira quién habla. Doña Cefaleas.
-Ja ja ja...
-Bueno, si tenemos mucho dinero pues...
-...¡pues compramos muchos regalos a nuestra pareja!
-Ahhh! -grita. ¡Ya vale ostias!
-No hace falta que grites, jodeeeeer.
-¿Yo? Si no grito, sólo expandí mis pulmoncitos...
-Ya ya... Bueno, cuenta Roquefeler.
-Si tienes mucha pasta terminas por agobiarte. Imagino que al principio debe molar, claro que sí, pero, ¿hasta cuándo? Y eso de que te cambie tanto el carácter... No me gustaría pasar de alguien humilde a un puto rico que se preocupa más por si su deportivo tiene una rallada que por la persona que ha atropellado.
-No hace falta que rechaces el dinero, me lo das a mí, y ya me encargaré yo...
-¡Ja! No way.
-¿No guei? ¿Ahora hablas sudamericano?
-Sip, algo así. Yo sé que me cansaría tener dinero, me basta con imaginar que lo tengo, de verdad. De pequeño ya lo hacía. Daba una vuelta y, pensaba que iba al cine, me sentía igual de bien y me quedaba con el dinero en el bolsillo.
-Jum... Con razón... eres de dónde eres.
-¡Bah! Tópicos sin sentido. Gentilicios mal repartidos. Además, los que más pasta tienen son los más tacaños. Yo lo hacía para, no sé, demostrarme...
-Cariño, si es genial. Que ya de pequeño no sintieras esa necesidad material.
-Si, no lo hacía para ahorrar, sinó para desarrollar esas "cualidades".
-¿Por que enfatizas?
-Es que, me da que en la sociedad actual no son consideradas unas cualidades.
-Pues no, más bien es un comportamiento excéntrico. Y no les puedes decir a ellos que lo son. Porque entonces aún te lo dirían más a ti.
-La pasta me haría feliz un rato, mientras pueda comer, vestir, hacer una vida normal. Tengo suerte de tener hobbies económicos.
-Sí... sobretodo el que tú y yo sabemos.
-Ah... ¿leer?
-No.
-uhm...¿escribir?
-Nop...
-er...¿comer?
-Según qué cosa.
-Ja! Luego dice de mí, ella, la mujer de hielo.
-Es que me derrito como los polos en verano.
-Me encantaría.
-¿Hacerlo?
-Sí
-¿El qué?
-En verano.
-Estamos en invierno.
-Ya lo sé. Digo que me gustaría ver tu ano.
-¿A qué viene eso?
-Nada, tonterías...
-¡Ah! Vale...
-Por fin.
-Si pues, qué cosas... Ver-ano.
-Usando un poco la lógica aplastante. ¿No sería que con el calor la gente, que por aquel entonces iba sin bragas ni nada, al llevar menos ropa de lo normal se le veía el culo?
-Será.
-Oye, pero podría ser, ¿no?
-Sí, pero vaya ideas que tienes.
-No, joder. Es como decir, estoy normal. Nor-mal. No-mal. No estoy mal.
-Esa es más coherente.
-Y la otra, también.
-Bueno, hasta que alguien no me cuente el origen o lo busque en un diccionario etimológico te la daré por buena.
-Thank you.
-De nada.
-Riqueza.
-Felicidad.
-No, ya llegaremos a eso. La riqueza no llena más que un vacío temporal. Mira si no esa gente que cada X tiempo va comprándose cosas, cada vez más caras y grandes hasta que no encuentran nada y dicen ser infelices. Cuando tenían algo pequeño lo eran, porque se conformaban con menos.
-Si quieres ser rico reduce tu ambición.
-Correcto. El dinero no hace más que estimular tu instinto de posesión.
-Posesión infernal... uh....
-Así que, me oirás quejarme muchas veces de que no tengo pasta, muchas, pero me conformaré. Haré otra cosa, o razonaré de por qué me quejo. Pensaré en esos niños que no tienen nada y... luego me sentiré mal por tener tanto dinero. Todo es tan relativo.
-Es una pena que la gente no piense así. A mí ahora tampoco me importa el dinero. De hecho creo que nunca me ha importado mucho. Lo suficiente, como todo supongo. Pero no soy una típica compradora compulsiva. Me gusta comprar a mi aire, a mi moda y a según qué precios.
-Por eso me gustas.
-Lo sé, lo sé. -dice con voz interesante.
-La tercera.
-Oh, sí, a ver, ¿cuál es la tercera?
-La tercera cosa que desearía el hombre, ya no digo la mujer, porque no tiene ese deseo tan innato de poseer, aunque claro, siempre hay excepciones.
-Espero que no lo dirás por mí.
-No, claro que no.
-Sigue.
-Es el amor.
-¿Temes el amor?
-No lo temo, porque no creo en él.
-Eres un...
-¿uh?
-...a
-¿a...?
-No sé, quería decir uno que no cree en el amor. Así como existe A-teo. Niega a Dios. Para negar el amor, no sé cómo decirlo.
-Pues, será que se niega él mismo. A-mor. O que no tiene negación. Quién sabe.
-Ufff, hay gente que se moriría si esto sucediera.
-Hay miles de personas que mueren... cada día... por desnutrición.
-Desnutrición, vaya eufemismo. Para morirse sin tener nada que llevarse a la boca, nada excepto piedras y arena. -dice indignada.
-No... no... va. Estaba bien ahora, muy bien hablando contigo. No nos pongamos así que luego...
-Lo sé, pero joder, es que, puta mierda de gente.
-Sí, dirían que nosotros solamente hablamos, que no hacemos nada para ayudar.
-Bueno, yo sí ayudé cuando fui con esa ONG.
-Yap, entonces lo dirían de mí.
-Aunque creas que es peor pensar y no actuar que no pensar y no actuar, el hecho de pensar ya demuestra que tienes sentimiento.
-Pero el mal sólo desaparece cuando los hombres buenos actúan. No basta con ser bueno.
-Falta actuar así, aún eres joven. Estoy segura de que...
-Algún día.
-Algún día – al unísono – lo harás.
-Eso espero.
-Hablabas del amor.
-Si bueno, algo relacionado con el amor. Más bien con el amor conyugal. El que te hace sentir esa pasión... Supongo que yo temo...
-¿Enamorarte? ¿Sufrir?
-No, no eso.
-Más bien sería...
Pip pip.
-¡Oh, mierda!
-¿Qué pasa?
-Nada, la batería otra vez.
-Joder.
-Tengo que col...
Lo que el chico no pudo decir por culpa de la bateria, de ion litio de 800mAh, fue que lo que él temía era encontrar a la mujer de su vida. Porque de ese modo, y más importante que la ingente cantidad de dinero, la saturación por amor le convertiría en un ser permanentemente infeliz. El haber encontrado ese alguien perfecto, el estar lleno de felicidad le impediría tener más sueños, más ilusiones, esperanzas. El exceso de felicidad le quitaría la vida. Porque lo que nos mantiene vivos y deseosos es encontrar, es salir a buscar, es esperar... es desear que... es vivir una lotería constante donde el mejor premio es poder seguir buscando.
¿Da la sensación de que el diálogo es en directo? No esperabas que fuera una conversación telefónica, ¿verdad?
La batería se le acaba a ella (: