Yo sí veo el problema. No es lo mismo que un guía esté a cargo de 15 personas (que ya es una barbaridad) a estar organizando un evento deportivo de carácter mundial. ¿Cuántas personas creéis que asistirán?
Por supuesto que va a ver 20000000 artículos diciendo que no va a haber daños, que va a haber una seguridad excepcional, que la afluencia está plenamente controlada... Pero lo está para los hoteles, bares, restaurantes y tiendas. Eso no es malo en sí mismo pero creo que hacerlo a costa del patrimonio histórico-cultural es un disparate.
Lo suyo sería ir y ver el dato de la asistencia de la pasada edición. No he encontrado el dato pero tengo la web oficial:
http://www.worldpadeltour.com/torneos Ya solo por la foto de la portada te haces un poco a la idea de los asistentes simultáneos que puede haber (ya que serán pocos los que vean todos los partidos, por estadística, vaya) y hasta qué punto creéis, desde el sentido común, que puede ser tolerable para el teatro.
Si a eso le sumas que es el mejor conservado (si no me equivoco) de la Península y, posiblemente, de Europa... Pues ya me dirás. ¿No habría sido más inteligente APROVECHAR el emplazamiento y hacer el torneo en las cercanías? Proponer actividades y demás para potenciar las visitas turísticas al Teatro...
Yo sinceramente no le veo ningún sentido a hacerlo justo ahí. Si de verdad pensáis que una cantidad así de asistentes (sumados a organización, policía, seguridad privada y ambulancias) es controlable y el daño que pueden hacer mínimo... yo me piro del hilo porque no tiene sentido seguir discutiéndolo.
Hasta ahí mis argumentos, poco más puedo decir. Supongo que alguien traerá números a favor de una postura, otros los traerán a favor de la otra y, en medio de todo, el Teatro. Hay que entender que hay riesgos que no deben asumirse y menos si ni siquiera has buscado alternativas.
Alguno sacará una jugosa comisión (o habrá sacado) de todo esto y luego habrá que lamentar titulares trágicos sobre daños irreparables en algunas zonas del Teatro. Esperemos que no, claro, pero tanto va el cántaro a la fuente...