Tom, Pood y Fred salieron por una puerta interdimensional que estaba en un lavabo. Tom Asco sintió un vuelvo al pensar que podría ser su casa. Pero como en realidad no se parecía en nada a su cuarto de baño, tampoco entendía porque se empeñaba en pensar tal cosa.
Salieron del retrete todos juntos. Eso despertó ciertas miradas escépticas por parte de la gente que había en la cafetería, pues se encontraban en una, quizás debido al hecho de que no estaban demasiado acostumbrados a ver a un humano, un cangrejo azul y un gorila con gafas, saliendo a la vez de un cuarto de baño. Un cliente pensó que Tom había parido a Fred y a Pood y ante semejante y desagradable perspectiva se fue del local saltando a la pata coja.
Una señora gorda, bajita y con el pelo rubio a lo afro se les acercó.
-¿Han utilizado ustedes la puerta intedimensional del lavabo?
-Puede- Dijo Tom con cara de Póker- ¿Quién lo pregunta?
-Eh...Yo
-Ah, entonces sí.
-Bueno, entonces están invitados a un batido por parte de la casa. Si hicieran el favor de sentarse
-¿Para qué?
-Para no estar de pie. Creo.
-Bueno, si es por eso
Tom, Pood y Fred se sentaron en un cómodo sillón de piel roja. La cafetería ambientaba un local de los sententa. Con discos de vinilo colgados de las paredes y camareras vestidas con uniformes rosas que se paseaban entre las mesas con una cafetera en la mano. El chico que se encontraba tras la barra tenía toda la pinta de ser un chico que se encontraba tras la barra. Eso, de alguna manera, tranquilizó bastante a Pood.
Fred y Tom estaban bastante cómodos. Pero el cangrejo tenía problemas para sentarse debido a su imposibilidad de ser bípedo. Al final desistió y encongió todas las patas, apoyando el caparazón contra el respaldo y apoyando las pinzas sobre la mesa. Esa posición le dejaba con los ojos orientados hacia el techo. Lo cual, le molestó bastante porque para poder ver a sus compañeros Fred tenía que volcarlo, ocasionalmente, hacia delante. Por primera vez en su dilatada carrera, a Pood no le sirvió de nada ser azul.
-Aquí tienen sus batidos.
-Gracias señorita...
-De nada, caballero...
-No, no, que como se llama usted
-Ah- Comentó tranquila la camarera mientras depositaba los batidos
-¿Y bien?
-¿Y bien qué?
-Que cómo se llama
-Ah...
-¿Me lo va a decir de una vez?
-¡El qué!- La camarera empeza a perder la paciencia
-¡Su nombre!
-Si ya se lo he dicho, ¡Me llamo ah!- Dijo frunciendo el ceño- No es usted un poco...
-Vale, entendido- Cortó Tom ante el esperado final de la pregunta
-Estos viajeros están locos- Farfulló Ah mientras se iba
-Bueno- Cambió de tema Fred- ¿Y ahora qué hacemos?
-Tenemos que buscar el portadedos que ha perdido Tom
-¿Porqué perdiste un portadedos?
-No lo hice a drede, Fred. Se me cayó en el mundo de Pood
-Ah...- Dijo Fred
-¿Sí?- Se apresuró a venir la camarera
-No la hemos llamado- Espetó el gorila- ¿No podría llamarse de otra manera?
-Me temo que no- Contestó laconicamente Ah, y se fue furiosa a su puesto junto a la barra.