La Justicia falla a favor de Breivik en su denuncia contra Noruega por "trato inhumano"
Anders Behring Breivik realiza el saludo nazi a su llegada a juicio el 15 de marzo | J. Nackstrand AFP
• El asesino había llevado a juicio a las autoridades por considerar que su régimen carcelario viola sus derechos humanos
• Breivik, condenado a 21 años de prisión por la muerte de 77 personas
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MARÍA FLUXA
Oslo
@mariafluxa20/04/2016 15:20
El asesino de extrema derecha noruego Anders Breivik ha ganado parte de su demanda contra el Estado noruego, según la sentencia emitida este miércoles por el tribunal de Oslo que evaluó su caso el pasado marzo en el gimnasio de la prisión de Skien, donde cumple 21 años prorrogables de condena. La magistrada Helen Andenæs Sekulic Sekulic ha fallado en "favor del demandante en la cuestión relativa al artículo 3 de la Convención Europea de Derechos Humanos, que responde a "penas o tratos inhumanos o degradantes".
Si bien "la Corte no encuentra violaciones sobre la cuestión del artículo 8 de la Convención Europea de Derechos Humanos", prosigue el fallo. Además, el Estado "tiene que pagar los honorarios de los abogados demandantes", que el tribunal estima en 35.800 euros aproximadamente..
El autor confeso del asesinato de 77 personas, en su mayoría adolescentes, en la isla de Utøya y el distrito gubernamental de la capital noruega, en julio de 2011, demandó a las autoridades de su país por considerar que su régimen de reclusión viola los artículos 3 y 8 de la Convención Europea de los Derechos Humanos, relativos a la prohibición de la tortura y trato inhumano así como al respeto a la privacidad y correspondencia.
Presentándose con el saludo nazi ante el tribunal, Breivik calificó de "tortura" los platos precocinados que le sirven en prisión, se quejó de que no le haya permitido "casarse con una chica nacionalsocialista," se llegó a comparar con Nelson Mandela y acusó al Estado de empujarle a la muerte.
Sin embargo, los abogados representantes del Estado, Marius Emberland y Adele Matheson, justificaron el régimen penitenciario alegando que el terrorista es un "hombre extremadamente peligroso", que no sólo no se ha arrepentido, sino que podría llevar a cabo nuevos atentados desde la cárcel, y que sus condiciones en ésta -con tres celdas a su disposición, gimnasio, televisión y consola de vídeojuegos, así como acceso a libros y prensa, incluidos- caen "bien dentro de los límites permitidos bajo la Convención".
El abogado del terrorista de 37 años, Oystein Storrvik, quien en su alegato dio por sentado que su cliente se pasará toda la vida entre rejas, alegó que el régimen de confinamiento ha afectado negativamente a la salud de Breivik. Sin embargo, ni los médicos, psiquiatras y personal de la cárcel que ejercieron de testigos durante la vista corroboraron esa versión.
El testimonio de alguno de estos testigos, así como el de Breivik, se realizaron a puerta cerrada por cuestiones de seguridad y para no herir la sensibilidad de los supervivientes y familiares de las víctimas, quienes durante los cuatro días de juicio fueron obligados a revivir la tragedia. No obstante, esta sentencia tampoco supone el final de la demanda civil, ya que ambas partes tienen derecho a apelar.