A comienzos del mes de agosto Google se vio obligada a
paralizar el programa de transcripciones humanas para su asistente de voz. Una investigación de la cadena belga VRT descubrió que el gigante de Internet, como prácticamente todas
las grandes firmas con una tecnología de estas características, guardaba pequeños cortes de audio que después
eran escuchados por personal subcontratado para mejorar la calidad de la IA. Dichos archivos capturaban todo tipo de situaciones íntimas e incluso datos que podían desvelar la localización de los usuarios, por más que el sistema tratara de ofuscar el origen de la grabación.
Ahora, Google ha anunciado que reanudará esta actividad con ciertas limitaciones. El programa de mejora de calidad usando transcripciones humanas seguirá siendo opcional (el usuario debe aprobarlo manualmente), pero la firma ofrecerá un mayor número de filtros de privacidad. Asimismo, Google Assistant tendrá una nueva opción que permitirá configurar la asertividad de la orden "Ok Google" para evitar activaciones accidentales, que al parecer es un problema recurrente.
Otra novedad relacionada con los nuevos parámetros de privacidad de Google Assistant será la nueva política de eliminación de datos. Según la compañía, la "gran mayoría de los datos de audio asociados" con una antigüedad mayor a "unos pocos meses" serán borrados automáticamente. Lamentablemente, Google no señala qué datos en concreto serán borrados ni qué parámetros utilizará para determinar cuáles se mantendrán a más largo plazo en sus servidores para su procesamiento.
Por último, Google señalará en la configuración de su asistente de voz que el parámetro de actividad de audio y voz incorporará la posible revisión ocasional de archivos grabados cuando se recibe la orden Ok Google. Además, dicho panel de control se mostrará de forma mucho más clara y visible que en la actualidad.
La nueva configuración de privacidad de Google Assistant se activará próximamente para usuarios nuevos y existentes. Mientras tanto, las autoridades alemanas e irlandesas ya investigan si Google vulneró la Ley General de Protección de Datos o GDPR con este tipo de prácticas.
Fuente: Google