Ya que tienes curiosidad, McPapa, te contesto.
Para mí, es un juego demasiado alejado del concepto CastleVania.
El desplazamiento por el se basa en pasillo-habitación-pasillo-pasillo-Gran Habitación... así hasta la habitación del Boss
El metodo para alargar el juego, a base de buscar llaves, es todavia más patetico que el puzzle de la nitroglicerina de CastleVania 64
Los Bosses son lo mas facil q ha pario madre (con la excepcion del olvidado), hasta el esqueleto gigante de CastleVania 64 se me hizo mas dificil
Walter, q debia d ser un soplo d aire fresco, es una mezcla d los Draculas d Rondo of Blood y CastleVania Legacy of Darkness
El combate final contra
es demasiado parecido en concepto al del Dracula TrueForm de CastleVania Legacy of Darkness
La jugabilidad por combos esta bien... al principio. Leon aprende mas combos segun utilizas otros movimientos, es decir, te premian por variedad, pero una vez los tienes todos, te centras en uno pq es el más rapido y potente.
Dicho sea d paso, el sistema d combos NO TIENE NADA DE FLEXIBLE, las combinaciones están ahi, y tu no puedes cambiarlas, a lo sumo, puedes aumentar el nº de hits usando armas secundarias.
La presencia del boton de salto seria anecdotica si no fuera por unas pocas secciones de plataformeo.
El sistema para recargar magia te obliga a detenerte inutilmente e incluso puede q pierdas energia.
Sarah Trantoul es Mina Hakuba y Walter Bernhard es una version Evil de Simon Belmont, sobre el diseño de Leon Belmont no tngo queja.
El modo Joachim consiste en avanzar mientras martilleas el boton d ataque dejando pulsado el R1 para apuntar
El modo Crazy consiste en q te salen mas enemigos y de los mas fuertes.
Solo destacar dos cosas: LA MUSICA, nuevamente de Michiru Yamane y con la calidad q esta le imprime a sus obras y el modelado de los personajes, que es sobresaliente.
Yo lo tengo por coleccionismo, ya que soy CastleVaniaco desde 1988, pero que quieres q te diga, si este juego no llevara sobre sus espaldas el peso del nombre "CastleVania" no sería tan duro con el, pero esta vez IGA se ha metido en camisa de once varas.